Con honrosas excepciones, no hay dignatarios
Queda muy claro que en la novena avenida no existe Congreso, sino que una casa de subasta en la cual, con contadas excepciones, no hay dignatarios, sino que puros mercaderes que venden la patria por un precio.
La nefasta ampliación presupuestaria aprobada en medio de ilegalidades representa solamente ingresos para los diputados y funcionarios corruptos.
De esa danza millonaria NADA, NADA , le llegará al pueblo.
El dinero deja rastros. ¿Van la SAT, la Contraloría, la SIB, ¿etc. a controlar los movimientos financieros de estos asquerosos vendepatrias? ¿O solo sirven para hostigar a los honestos?
Si un ciudadano trabajador quiere abrir una cuenta, hacer un depósito o una transferencia le piden hasta el acta de confirmación. ¿Cómo manejan sus fondos millonarios estos corruptos? ¿Y en las partidas contables del gobierno dónde esconden los pagos para compras de conciencias?
Toda una red de corruptos tiene que estar trabajando para hundir a la patria en la basura socialista.
Ya no hablemos de Venezuela, Cuba, Nicaragua. Ya son historia.
Rescatemos ahora que aún hay tiempo a nuestra Guatemala. Violando continua y descaradamente las leyes, haciendo fraude, robándose las elecciones y comprando diputados nos llevan rápidamente por ese camino sin retorno.