El problema no es la corrupción
Estamos viendo que día a día el país se deteriora. En la ciudad capital, estamos sin transporte, sin agua y con un tráfico ridículo. Paradójicamente, los departamentos tienen menos problemas como estos, ya que en algunos municipios, los alcaldes tienen apoyo de narcos y grupos criminales. Entonces, se comienza a ver “obra”.
Pero ¿por qué la corrupción está siempre en primera página y es el monstruo que nadie puede combatir? La respuesta es tan sencilla que nadie la cree. Para quitar corrupción hay que reducir el Estado.
¿Cómo así? Pues clarito como esto:
El Estado está hoy lleno de burocracia. Para que la medicina llegue al enfermo tiene que pasar por un camino corrupto dentro del gobierno. Para que los niños aprendan y las escuelas sean alguito decentes, deben pasar por un sindicato que tiene tomado el conocimiento de nuestros niños y su destino.
Y así, puedo seguir con el transporte, que se recibe un subsidio millonario, pero lo único que prolifera, son las motos. Entonces, para resolver y quitar la corrupción para resolver y entender que Guatemala puede mejorar, hay que reducir el gobierno.
¿Cómo? Muy sencillo. No se puede gastar más de lo que se recibe. Urge un presupuesto balanceado. Fuera toda la basura.
¿Cuáles?: plazas fantasmas, duplicación de funciones, rentas mañosas y abusivas, dietas, sindicatos, plazas heredadas, y más.
Así es. Como lo lee. Entérese y apoye a que el gobierno sea eficiente y balanceado.