El «baby shower»
El último escándalo de la «nueva primavera» develó la forma en la que la SAAS dispone del erario nacional para festejar a la familia política de Bernardo Arévalo. El suceso originó que la Fundación Contra el Terrorismo (FCT) interpusiera una denuncia contra Iván Carpio, jefe de la SAAS, entidad que además de organizar el festejo de Arévalo, brinda seguridad a Santiago Palomo, aunque este funcionario «no tiene esa prerrogativa».
Roxana Orantes Córdova
Un tropiezo detrás de otro, el régimen de Arévalo se muestra como todo lo que juró erradicar durante su campaña: carencia de ejecución en infraestructura, acciones clientelares y despliegue de un estilo de vida incompatible con el país que gobierna, donde durante su primer año de gestión murieron 83 niños por desnutrición aguda, que “es el resultado de pérdida de peso asociada con períodos recientes de hambre o enfermedad, que se desarrolla rápidamente”. (MSPAS Guatemala 2018).
Arévalo, quien recientemente apareció repartiendo «desayunos escolares» en una escuela del interior, se evidencia totalmente ajeno a la realidad. Los primeros días de marzo, en redes sociales, la pareja presidencial se desgastó inútilmente, exponiendo al recién nacido en redes sociales, cual familia real europea. Días antes se había celebrado el «baby shower» para la nuera de Lucrecia Peinado. Arévalo tiene tres hijas.
El partido VOS destapó el escándalo, durante una citación a Iván Carpio, quien también es cuestionado y fue acusado por la FCT porque la SAAS ofrece seguridad a Santiago Palomo, Secretario de Comunicación Social, cargo que no otorga ese privilegio. Según la SAAS, un «análisis de riesgo» motivó esquema de seguridad que se le asigna a Palomo, quien tiene a su disposición agentes de la secretaría de seguridad del presidente y además, elementos de la policía, aunque su cargo está lejos de ser de «alto riesgo». Entretanto, el nuevo comisionado contra la corrupción no tiene seguridad asignada.
El caso de Palomo es exactamente igual al de «Miguelito», quien disponía de seguridad pagada por el Estado sin tener derecho legal.
Las reacciones van desde la denuncia que inmediatamente presentó la FCT, a comentarios en redes que parecen fuera de lugar, si se toma en cuenta el emisor. Por ejemplo, Samuel Pérez, recientemente protagonista de un accidente que no se investigó ni esclareció, dijo en sus redes:

Desayuno opíparo para la familia política, tortillas con banano para los niños rurales
Si la pose izquierdista no hubiera marcado la campaña de Arévalo, nada de raro tendría que este le festejara el «baby» a la nuera de la esposa. Parece irónico que, con el discurso feminista a cuestas, Lucrecia Peinado eligiera celebrar el nacimiento de su nieto con un símbolo tan heteropatriarcal como la fiesta de bienvenida que se originó entre los anglosajones luego de la II Guerra Mundial para apoyar a los padres con insumos de primera necesidad destinados a aliviar la crianza.
Parece incongruente que quien sustenta el discurso feminista con todas sus implicaciones, también elija un festejo tan facho» y «convencional». Pero mucho más incoherente resulta que esto se haga nada menos que con fondos del Estado y que el jefe de la SAAS, Iván Carpio, justifique diciendo que se trata de una «actividad familiar en apoyo a lo que dicta la ley».
Aunque la ley de la SAAS ordena que esta institución facilite todos los recursos para la subsistencia y bienestar del mandatario y su familia, suena un poco extravagante que estas necesidades abarquen un festejo para 130 allegados y familia política, que en un desayuno consumieron Q1,318 del presupuesto nacional, como detalla el cuadro que la SAAS entregó a la bancada VOS:

Entretanto, los «desayunos escolares» que el gobierno ofrece, para los que destinó Q3,183 millones, resultan en un platillo consistente en tortilla, banano y una cucharada de picado con verduras, valorado en Q6 por niño, mientras las delicadezas que se sirvieron en el «baby», según la SAAS suman Q10 por plato.
Almuerzos, desayunos, cenas…las viandas presidenciales
En 2024, la SAAS, gastó Q336,912.90 en quesos. Un millón novecientos treinta y nueve mil en carnes, sumando Q8 millones 244,359 en alimentos para los alimentos de mil empleados que atienden las necesidades básicas de la familia presidencial y la seguridad de este y varios funcionarios..
«Normalmente se van ocho millones al año», dijo Iván Carpio a los periodistas, visiblemente nervioso luego de salir de la citación con VOS; donde quedaron algunas dudas pero se evidenció que para la SAAS resulta «normal» gastar más de mil quetzales en un desayuno para agasajar a la familia de Lucrecia Peinado.
La SAAS tiene Q137 millones asignados en el presupuesto nacional. De esto, Q200 mil mensuales se destinan a la Cocina I de esa institución (incluyendo sueldos del personal). Dicha cocina es la que prepara los alimentos para Bernardo Arévalo, sus círculos de seguridad y empleados cercanos.
Denuncia de la FCT
Ayer, luego del escándalo generado por los datos que se conocieron en la citación de Carpio en la bancada VOS, Ricardo Méndez Ruiz anunció que la FCT presentó una denuncia ante el Ministerio Público (MP), contra el secretario de la SAAS, quien no goza del derecho de antejuicio.
Según dijo Méndez Ruiz:
«Lejos están los días en que Ivàn Carpio pertenecía a un grupo terrorista que decía ser de los pobres.
En cuanto tuvo a su disposición dinero del erario público, lo comenzó a despilfarrar en aspectos superfluos, tales como una presunta celebración para un recién nacido, nieto de la primera dama de la Nación, por quien Bernardo Arévalo no dudó en tirar la Casa Presidencial por la ventana.
Con el presupuesto general de gastos más grande de la historia, que es más de un 30 por ciento superior al del del anterior gobierno y una capacidad de ejecución prácticamente nula, hoy tenemos un poder Ejecutivo que está dispuesto a gastárselo a manos llenas en cualquier cosa, menos en beneficio del país y de sus ciudadanos más necesitados.
Esperamos que el Ministerio Público dé trámite a la denuncia que presentamos ayer a ese respecto, y se deduzcan responsabilidades penales, tanto a quienes erogaron ese dinero, como a quienes se beneficiaron de él».
De esta forma, lo que pudo ser un festejo íntimo y familiar, sin ningún tipo de cobertura de prensa, (ya que no se trata de la familia real inglesa), se convirtió en un hecho vergonzoso para Arévalo, quien pudo evitarse este bochorno mediático y hasta legal, de haber elegido festejar al nieto de la esposa con sus propios fondos. Que para eso es uno de los presidentes mejor pagados en la región y gana cada mes, 46 salarios mínimos de Guatemala.