Nery Ramos minimiza importancia de aumento salarial en el Congreso
El presidente del Congreso, Nery Ramos, mantiene una postura ambigua sobre el incremento salarial aprobado por 87 diputados, restando importancia a su impacto en el presupuesto legislativo. Aunque el tema ha sido discutido en la Junta Directiva del Congreso, Ramos ha estado ausente en esas reuniones y evita pronunciarse con claridad sobre el asunto.
Redacción
Pese a que el aumento de sueldo representa una carga significativa en las finanzas del Legislativo, Ramos se deslinda de la responsabilidad, argumentando que la decisión final recae en el Pleno.
«Los miembros de la Junta Directiva han abordado el tema en algunas sesiones sin mi presencia por otros asuntos que he tenido que atender. Desconozco los pormenores hasta este momento, voy a pedir un informe al respecto y luego se los estaremos comentando«, declaró.
Rechazo simbólico y falta de control sobre el proceso
El incremento salarial quedó en suspenso tras un amparo presentado por los diputados José Chic y Jairo Flores ante la Corte de Constitucionalidad (CC), el cual impidió el pago de indemnización a los legisladores que no lograran su reelección. Sin embargo, la misma resolución estableció el procedimiento para aplicar el aumento de sueldo.
La CC aclaró la semana pasada que el Pleno del Congreso debe aprobar el ajuste, lo que abre la puerta para su eventual ejecución. Según el acuerdo 31-2024, la junta directiva debe redistribuir los fondos para equiparar el salario de los diputados con el de un magistrado de Sala de Apelaciones, que ronda los Q52 mil mensuales.
Ramos insiste en que su postura ha sido contraria al aumento en todas las etapas del proceso, pero enfatiza que su voto no es decisivo. «Mi voto ha sido en contra en todas las fases de este proceso, pero en la junta directiva somos nueve integrantes y prevalece la decisión de la mayoría. No tengo las facultades como presidente para frenar esto, la ley no me las otorga», afirmó.
A pesar de su supuesta oposición, Ramos evita pronunciarse sobre el impacto financiero del incremento en el presupuesto del Congreso, dejando abierta la posibilidad de que la medida se concrete sin mayor resistencia desde la presidencia del Legislativo.