Las pérdidas globales por catástrofes alcanzan los 303.039 millones en 2024, un 6% más, según Swiss Re
Las pérdidas económicas a nivel mundial causadas por catástrofes naturales y humanas alcanzaron los 320.000 millones de dólares (303.039 millones de euros) en 2024, lo que supone un aumento del 6% respecto al año pasado, según un informe elaborado por Swiss Re.
Por dpa/EP
De estas, 310.000 millones de dólares (293.569 millones de euros) se correspondieron con desastres puramente naturales y 11.000 millones de dólares (10.417 millones de euros) tuvieron un origen humano. Respecto a la media de los últimos 10 años, las pérdidas económicas registradas fueron un 26% superiores.
De las pérdidas económicas causadas, únicamente estaban aseguradas un total de 144.000 millones de dólares (136.368 millones de euros), un 15,2% más interanual y un 33,3% más que una década atrás.
«Por quinto año consecutivo, las pérdidas aseguradas por catástrofes naturales superan la barrera de los 100.000 millones de dólares [94.700 millones de euros]», ha explicado el responsable de catástrofes de Swiss Re, Balz Grollimund.
«Gran parte de esta creciente carga de pérdidas se debe a la concentración de valor en las zonas urbanas, al crecimiento económico y al aumento de los costes de reconstrucción. Al favorecer las condiciones que han provocado muchas de las catástrofes de este año, el cambio climático también está desempeñando un papel cada vez más importante. Por ello, invertir en medidas de mitigación y adaptación debe convertirse en una prioridad», ha añadido.
El informe ha destacado, en concreto, que Europa ha sufrido «intensas inundaciones» en 2024 que se han traducido en las segundas mayores pérdidas aseguradas de la historia de la región por este concepto. Swiss Re ha mencionado la tormenta ‘Boris’ que azotó el centro del continente y la DANA de Valencia como eventos de gran impacto.
Por otra parte, Estados Unidos se ha visto afectado por dos grandes huracanes, léase ‘Milton’ y ‘Helene’, y por una alta frecuencia de tormentas eléctricas destructivas que representaron, al menos, dos tercios de las pérdidas aseguradas del ejercicio.