Noé Rivera, el nombramiento saludado por unos y detractado por otros
Mientras la ultraizquierda y promotores de resarcimiento económico para casos sucedidos durante el enfrentamiento armado interno lamentan con insultos y diatribas el nombramiento de Noé Rivera en la Fiscalía de Derechos Humanos, la derecha se congratula, ya que desde la administración de Claudia Paz y Paz, esa fiscalía no ha sido imparcial cuando se refiere a casos que involucran a la ex guerrilla o al ejército.
Redacción
En septiembre de 2023 expiró la famosa «Lista Engel», que sigue siendo el «petate del muerto» usado por la ultraizquierda para tratar de infundir miedo entre quienes fueron (o podrían) ser considerados enemigos ideológicos de esa corriente ideológica, así como algunos efectivamente involucrados en casos de corrupción.
La lista ya no existe y eso es una realidad que los medios progresistas ocultan, pero la ultraizquierda la sigue usando, no solo para amenazar sino para detractar a quienes en su momento fueron incluidos en lo que Ricardo Méndez Ruiz, presidente de la FCT, llama «el selecto club Engel».
Méndez Ruiz escribió en su cuenta de X:
Fiscal valiente, para unos y violador de DH para otros
Noé Rivera, actual jefe de la Fiscalía de Derechos Humanos, estuvo a cargo de Asuntos Internos en el MP y desde esa posición, investigó a varios ex fiscales que presuntamente se implicaron en ilícitos. Algunos de ellos, como Juan Francisco Sandoval, están prófugos y otros, como Virginia Laparra y Stuardo Campo, sujetos a proceso judicial.
Por cumplir su trabajo en Asuntos Internos, activistas que responden a los intereses de un grupo en el Departamento de Estado estadounidense, lograron incluir a Rivera en la hoy extinta Lista Engel.
Su nombramiento promete más equilibrio, ya que de miles de violaciones a los derechos humanos cometidas por la ex guerrilla durante el enfrentamiento armado interno, solamente se juzgó a un mando medio en el caso de la masacre de El Aguacate, mientras muchos otros líderes guerrilleros que fueron responsables de atroces actos de violencia, murieron tranquilamente o se exiliaron en busca de impunidad como Jorge Soto, alias Pablo Monsanto.
Entretanto, la fiscalía de DH se caracterizó por su persecución implacable contra ex militares que, ancianos, han pasado años en la cárcel para finalmente ser liberados por falta de pruebas.
T
S