¿Se prepara un nuevo fraude electoral?
Esta semana circuló una noticia que muestra al funcionario de la UE Jordi Cañas, «analizando la implementación de las recomendaciones» que la MOE UE dio al TSE en 2023. La noticia, sumada a la conformación de un comité cívico que pretende resucitar al cancelado Movimiento Semilla, parece un signo de alerta o por lo menos, avizora un panorama electoral similar al de 2023, cuando organismos supranacionales llevaron la batuta en un proceso con muchos signos de amaño y que solo culminó exitosamente para la izquierda agrupada en Semilla, luego de bloqueos ilegales que paralizaron al país varias semanas.
Redacción
A principios de la semana, Jordi Cañas, jefe de la Misión de Seguimiento Electoral de la Unión Europea, se reunió con los funcionarios del Tribunal Supremo Electoral (TSE), a quienes «recordó la importancia de la autoridad electoral en Guatemala para resguardar la democracia».
El papel de la MOE UE y su expresión local, MOE GT, fue decisivo para que Bernardo Arévalo subiera milagrosamente del puesto 12 en las encuestas, a la presidencia de la República, puesto al que llegó luego de diversos incidentes, desde los bloqueos protagonizados por grupos indígenas financiados por USAID y la UE, hasta el zafarrancho de los diputados izquierdistas y las presiones a los congresistas para obligar a que se realizara la toma de posesión.
Cañas, quien en su juventud fue socialista catalán para convertirse en miembro de un grupo liberal de centro derecha, conversó con diputados y funcionarios del TSE sobre las recomendaciones de la MOE UE GT para «fortalecimiento de la democracia interna de los partidos políticois, reformas electorales, participación ciudadana y reformas legislativas».
Democracia ¿otro nombre para la injerencia y la represión de las voces disidentes?
Parece inconcebible que el funcionario de la UE valide a la presidente del TSE, Blanca Alfaro, con demasiados indicios de corrupción desde que fue alcaldesa en una municipalidad de Escuintla. Alfaro, involucrada en todas las irregularidades que el Ministerio Público (MP) detectó en el proceso electoral más cuestionado en la historia de Guatemala, es la mejor aliada que la UE puede lucir para cumplir su proyecto global.
Es conocido que en Europa, la UE suele eliminar procesos electorales, deshacerse de candidatos incómodos y rearticular elecciones hasta que resulta ganador el candidato de su agrado. Lo inédito es que ahora también lo hagan en Guatemala, país cuyos gobiernos aceptaron sucesivamente «ayudas» monetarias de la UE, lo que convierte a Guatemala en su subordinado.
En 2023, junto con los parlamentarios izquierdistas Urbán Crespo (de Anti Capitalista), Massimo Castaldo (Cinco Estrellas) y otros políticos izquierdistas del Parlamento Europeo, Cañas aprobó una moción para evitar que Guatemala investigara las ilegalidades que se atribuyen al TSE.
Como la mayor parte de resoluciones emitidas por esos organismos, se trató de una condena simbólica, sin efectos prácticos para Guatemala, cuyo MP siguió investigando el caso Corrupción Semilla.
Sin embargo, la presencia de Cañas en algo que parece un prólogo para las elecciones de 2027, donde Semilla podría volver a competir ahora con otro nombre, pero con las mismas intenciones: implementar la agenda 2030.