Mis comentarios sobre el primer año de gobierno de Arévalo
Por Salomé
Lo diré de un solo: no soy partidario del progresismo, es más, intento combatirlo con mis propios argumentos todos los días. Intentaré sintetizar aquí algunos comentarios sobre este primer año de gobierno progresista de Bernardo Arévalo. Primero comentaré lo que me gustó (que es casi nada, pero intentaré tener objetividad), en segundo lugar, comentaré lo que definitivamente no me gusto y como tercer punto comentaré lo que me deja dudas y queda pendiente de asimilar.
Entre las cosas que me gustaron casi no hay nada. Podría decir que entre las cosas buenas que veía en este partido era lo enfocado en medio ambiente, al parecer tenían un equipo capaz que trabajaría en temas de la defensa del medio ambiente. Con esto me refiero a la protección de bosques, más presupuesto para las reservas naturales, reforestación, prevención de incendios, etc. Sin embargo, lo único que vi fueron algunas iniciativas de ley para algunos conos volcánicos, y un intento de endosarle parte de lo que queda de la Biósfera Maya a la fundación de Vinicio Cerezo. Caben muchas dudas que comentaré el año entrante cuando se vea que rumbo va tomando. En temas de seguridad creo que el ministro Jiménez es uno de los que ha «sostenido la peña», pues ya tenía experiencia de cuando también fue ministro en tiempos de la UNE. Aparentemente hubo éxitos en incautación de cocaína, sin embargo, eso se vio muy opacado con el misterioso cargamento que decomisaron en República Dominicana, donde había casi 10 toneladas de cocaían en un contenedor de bananos que venía de Guatemala, aún no hay 100% de claridad, y quizás nunca se sepan los detalles.
Por otro lado, aunque aparentemente hay intención de combatir el crimen, esto no se refleja en lo que se ve día a día, el ministro dejó claro que todo es «percepción». Otro de los fuertes del gobierno, aunque no ha dado prácticamente ningún resultado, es que se ha mantenido firme, por lo menos a nivel de discurso, con el tema anti-corrupción, por lo menos todavía sostiene esa «política», sin embargo, aún no se podría decir con certeza que hay algún resultado evidente. El último tema sería que el enfoque de gobierno han sido los más necesitados, y por lo menos existe la intención de ayudarlos, aparentemente se le dio mantenimiento a algunos caminos de tierra en el interior, algo difícil de comprobar, también aparentemente hubo nuevos centros de salud, y hay algún tipo de obra en algunos hospitales, no me queda claro si esos proyectos ya venían del gobierno de Giammattei, también podría resaltar la intención de entregar algunas casas y algunas ayudas a sectores de la población, si en efecto se hicieron los «remozamientos» de las escuelas, estaría muy bien, aunque según entiendo, también intervinieron padres y otras organizaciones, por lo cual podría ser en parte haber saludado con sombrero ajeno. En términos generales se ven intenciones, pero nada más que eso.
Entre las cosas que no me gustaron, hay muchísimas, pero me centraré en tres temas. Primero la falta de liderazgo e ineptitud del equipo de gobierno. Desde los primeros días fue evidente que el presidente sencillamente no cuenta con el carácter necesario para estar al frente de un país como Guatemala. Los fallos han sido innumerables y quizás la guinda del pastel fue el tristemente famoso kilómetro 44 de la ruta a Palín. Al gobierno tuvo la suerte de no haber tenido que enfrentar algúna crisis como la pandemia, terremoto, inundación, volcán, etc., tuvo un año digamos que fácil en ese sentido, aún así el kilómetro 44 es un fiasco de proporciones épicas. En términos generales podría decir que el gobierno empezó con el pie izquierdo, su ineptitud, su falta de equipo, falta de cuadros, falta de experiencia fue más que evidente, sobretodo porque se jactaban que serían buenos funcionarios, muchos venían de organizaciones de análisis y se habían pasado años si no décadas diciendo como tenían que ser las cosas, pero ya en el poder creo que fue evidente que no es solo de «soplar y hacer botellas». Lo segundo que me parece casi irrisorio fue que el gobierno se desgastó en una lucha estéril contra la fiscal general, demostrando su completo desconocimiento de cómo funciona el país, de las leyes, de los procedimientos. Una fiscal que fue «blindada» precisamente por sus aliados de la CICIG años atrás, para proteger el proyecto de Thelma Aldana, que era un proyecto globalista que intentaban promover a base de golpes blandos. Ahora una vez volteada la tortilla, fue lamentable ver todos los intentos de confrontar a la señora fiscal, que cabe decirlo aquí, no soy afín a ella, sin embargo, he visto como ella sí ha sabido usar bien sus cartas. El gobierno perdió tiempo valioso, credibilidad y apoyo en esa lucha. Es un poco molesto ver cómo han usado a la fiscal y al ministerio público como su «chivo expiatorio» para justificar sus desaciertos, su ineptitud y su falta de resultados. Es cierto que la fiscal no ha investigado a Giammattei y a Miguelito, es cierto que la fiscal mantiene una lucha de poder con el presidente Arévalo, pero la política es así, el poder así es.
Como tercer comentario de lo que no me gustó, es que fingen ser ovejas, pero se han ido convirtiendo en lobos, hablo del congreso, la bancada oficial quiere salir seca del agua, mientras recurren a prácticas corruptas, como negociar leyes con diputados a todas luces vinculados al narcotráfico, como negociar el aumento de salario de los diputados, como negociar bajo la mesa el aumento del presupuesto, pero aun así salen diciendo tonteras como que «no sabían nada», Samuel Pérez intenta mantener una imagen de inocente ante la población. Sin duda es otro proyecto político del progresismo chapín, con ambiciones políticas a largo plazo. Nos mienten a la vez que nos ven a los ojos, eso es intolerable. El diputado Raúl Barrera promovió en septiembre el aumento salarial de diputados, el cual en su momento fue rechazado, luego después de una negociación bajo la mesa, en noviembre sale nuevamente la iniciativa, pero él se da el lujo de votar en contra, a sabiendas que ya todos los votos estaban asegurados… un cinismo sin precedentes incluso para el congreso. Lo que más molesta es que dicen una cosa y hacen otra, si fueran sinceros y claros con sus intenciones quizás tendrían más credibilidad y apoyo, pero su modus operandi es pícaro, cínico, poco transparente y eso es lo que en realidad fastidia.
Entre las cosas que todavía no puedo decir si serán buenas o malas (claro, pienso que seguramente serán malas, pero todavía quisiera tener esperanza que en el camino se pueden enderezar), están el tema de aumento del presupuesto, un presupuesto gigantesco, que seguramente se irá a salarios, ayudas sociales, etc. Espero que llegue ayuda a los más necesitados, que se construya la infraestructura que el país necesita, pero por ahora con el tema de infraestructura está más que claro que no es su prioridad, con los 70 niños muertos de hambre, y la falta total de resultados de la lucha contra la desnutrición, está claro que no es su prioridad y no se ve la más mínima preocupación. Lo más probable es que busquen hacer el ministerio de género, como hacen todos los progresistas, y ahí instalar a todas sus activistas feministas desde donde atacarían a diestra y siniestra todo lo que tenga que ver con tradición y religión en el país, incluso veo un posible sindicato feminista a imagen del sindicato del magisterio. Otra cosa que no me queda clara es la creación de empleo, atracción de inversiones, creación de incentivos para empresas, no se ve nada, los puertos colapsados, el aeropuerto sin energía eléctrica, carreteras colapsadas y la guinda del pastel: un aumento al salario mínimo, que a duras penas servirá para paliar el incremento de la canasta básica, provocado por ellos mismos por sus fallidas políticas. Ese panorama lo veo muy pero muy oscuro, ojalá me equivoque. Y finalmente, otra cosa que tengo duda es hasta donde llegarán con esta falta de liderazgo. No tienen brújula, no conocen el país, no conocen las leyes, no tienen apoyo de los pueblos, perdieron el apoyo de la población que bloqueó el país en su apoyo, perdieron el apoyo de los 48 cantones de Totonicapán, se pasaron el primer año haciendo y deshaciendo, echando a perder.
Creo que Guatemala se dio cuenta que llegaron demasiado inflados, todo como resultado de toda la estrategia del globalismo (léase USAID, Unión Europea, la Open Society de George y Alexander Soros, etc.) que desde hace años han venido financiando a ONGs como las de Myrna Mack, a venido promoviendo a periodistas y medios como Factor 4, No Ficción, Prensa Comunitaria y hasta la mismísima Plaza Pública, entre otros, que han venido construyendo día a día el discurso «anticorrupción» que suena muy bien, pero seamos claros: es un elemento de la estrategia política. Ese relato, el de la «lucha contra la corrupción» ha sido el relato que tuvo éxito, y con el cual podrían instalar al gobierno servil al globalismo, fue una estrategia de años, de ir calando en la mente de los guatemaltecos, de ir posicionándose como el discurso principal para el país, no lo neguemos: tuvo sus resultados en el 2023. Sin embargo en este país conservador donde la gente no tiene títulos académicos pero si le sobra el sentido común, el globalismo no entró tan fácil.
Por eso me quedan muchas dudas de cómo seguira el camino. Por ahí he escuchado que al país le conviene más mantener a una suerte de «gobierno zombie» que dar un golpe de estado o aceptar la renuncia de Arévalo, lo cual dañaría mucho la imagen del país. En cualquier caso, el panorama no está claro, no hay brújula, no hay certeza de nada, solo hay dudas y preocupación.
Lea a Salomé en el blog Postura imparcial: https://posturaimparcial.wordpress.com/2024/12/15/mis-comentarios-sobre-el-primer-ano-de-gobierno-de-arevalo/
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