NASA capta llamarada solar y estudia su relación con el clima en la Tierra
El Observatorio de Dinámica Solar de la NASA fotografió una llamarada solar el 5 de agosto recién pasado. Estas explosiones pueden afectar varios aspectos en la Tierra, incluyendo el clima, que la agencia espacial estadounidense analiza con detalle.
Redacción
Las llamaradas solares están compuestas por un material extremadamente caliente. Son explosiones de energía muy poderosas, indica la página oficial de la agencia espacial.
Las erupciones solares pueden afectar las comunicaciones por radio y las señales de navegación, además de presentar riesgos para las naves espaciales y los astronautas.
La llamarada captada el 5 de agosto se clasifica como una llamarada X1.6. La clase X denota los destellos más intensos, mientras que el número proporciona más información sobre su fuerza.
Clima espacial y clima terrestre, relacionados
Aunque el espacio está unas mil veces más vacío que incluso las mejores aspiradoras de laboratorio de la Tierra, no está completamente desprovisto de materia: el flujo constante de viento solar del Sol llena el espacio con una fina y tenue capa de partículas, campos y plasma.
Este viento solar, junto con otros eventos solares como explosiones gigantes llamadas eyecciones de masa coronal, influye en la naturaleza misma del espacio y puede interactuar con los sistemas magnéticos de la Tierra y otros mundos. Dichos efectos también cambian el entorno de radiación a través del cual viajan nuestras naves espaciales y, un día, nuestros astronautas que se dirigieron a Marte. Cerca de la Tierra, dicho clima espacial puede interferir con la electrónica satelital, las comunicaciones y las señales GPS, e incluso, cuando es extremo, con las redes de servicios públicos en la Tierra.
El Centro de Predicción del Clima Espacial de la NOAA es la fuente oficial del gobierno de los EE. UU. para los pronósticos del clima espacial sobre cómo tales eventos pueden afectar a la Tierra. La heliofísica de la NASA funciona como el brazo de investigación del esfuerzo meteorológico espacial de la nación, en coordinación con la NOAA, la Fundación Nacional de Ciencias y el Servicio Geológico de los EE. UU., y el Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea de los EE. UU. en el Plan de Acción Nacional del Clima Espacial.