El Bayern ya siente la presión de tener que ganar al Benfica
El Bayern Múnich necesita ganar a su próximo rival en la primera fase de la Liga de Campeones, este miércoles en casa contra el Benfica portugués, para poder seguir aspirando a su máximo objetivo de la temporada: jugar la final en su propio estadio.
Por dpa/EP
El portugués nacido en Lisboa João Palhinha, que jugó en el Sporting de la capital lusa, declaró que el partido contra el rival de la ciudad, el Benfica, es «muy especial» y «una final» para el Bayern.
Y eso 206 días antes de la verdadera final en el Allianz Arena, donde Palhinha y sus compañeros están decididos a estar sobre el césped.
El hecho es que tras las derrotas en sus visitas al Aston Villa (1-0) y al Barcelona (4-1), la clasificación directa del Bayern para los octavos de final corre serio peligro en el nuevo sistema de liga.
«Tenemos que ganar todos los partidos», pronosticó Joshua Kimmich antes del primero de los cinco encuentros que faltan para culminar la primera fase de la competición.
El Bayern es primero en la Bundesliga, pero en la Liga de Campeones ocupa la 23ª plaza tras tres jornadas, lo que le bastaría para clasificarse para las eliminatorias a ida y vuelta que se jugarán en febrero, cuando los clubes situados entre la novena y la 24ª plaza determinarán el resto de participantes en octavos de final.
Tal y como están las cosas ahora, eso significaría que el Arsenal (noveno) o el Barça (décimo) podrían ser el rival. El entrenador Vincent Kompany evita el alarmismo. «Cada partido con el Bayern conlleva presión», afirmó el belga entre risas.
«No me centro en la presión. Contra el Benfica, no se trata de seguir en la Liga de Campeones o ser eliminados. La presión de acabar entre los ocho primeros siempre existe en el nuevo formato. Pero dentro o fuera, no se trata de eso», aseguró Kompany.
Las simulaciones por ordenador han calculado que 17 puntos serán siempre suficientes para acabar entre los ocho primeros. Y deberían bastar 16 puntos en el 98 % de los casos.
El Bayern tiene tres. Esto significa que se necesita una racha de victorias en los cinco partidos restantes contra Benfica, París Saint-Germain (en casa), Shakhtar Donetsk, Feyenoord Rotterdam (ambos como visitante) y Slovan Bratislava (en casa).
Por lo tanto, cuatro victorias y un empate deberían bastar para el «objetivo de acabar entre los ocho primeros», como subrayó el director general del Bayern, Jan-Christian Dreesen, tras la derrota en Barcelona.
El arquero Manuel Neuer contrarresta todos los escenarios negativos con un dato psicológico. El capitán confía simplemente en la fortaleza en los partidos en casa.
«Estamos deseando que llegue el segundo partido en casa de la Liga de Campeones. Las cosas fueron muy bien aquí en casa contra el Dinamo (de Zagreb). Ganamos de forma clara y convincente y ofrecimos un buen rendimiento», recordó la aplastante victoria por 9-2 contra el equipo croata.
«Así afrontaremos el partido e intentaremos hacer lo mismo contra el Benfica», aseguró.
El director deportivo Max Eberl también apostó por el comodín del público: «Llevamos dos partidos difíciles fuera de casa, ambos perdidos. En consecuencia, ahora tenemos presión contra el Benfica. Pero, por otro lado, tenemos a nuestra afición apoyándonos en el Allianz Arena. Y ya hemos demostrado allí que podemos desarrollar aún más fuerza y energía. Queremos ganar el partido».
El Bayern nunca ha perdido contra el Benfica (9 victorias, 3 empates). El último enfrentamiento en Múnich se saldó con un 5-2 en 2021, con el aliciente añadido de las tres victorias claras de la última semana semana, entre liga y copa.
El ataque, con los goleadores Harry Kane, Jamal Musiala y Kingsley Coman, está en disposición de cumplir, igual que la defensa, que saldó los tres últimos partidos con sendos marcadores a cero.
«Tenemos que volver a la senda de la victoria», declaró el portugués, de 29 años. Pero lanzó la alerta: «Será difícil. Veo muchos partidos del Benfica». Añadió que, tras el cambio de entrenador, de Roger Schmidt a Bruno Lage, el equipo ha «mejorado enormemente».
Y aunque Schmidt tuvo que marcharse en septiembre, todavía hay un alemán en el Benfica que puede molestar al Bayern: Jan-Niklas Beste, que dejó el Heidenheim para defender en el club lisboeta.