El sindicato de maestros y el MINEDUC son los responsables de rezago educativo en Guatemala
Ha trascendido en Prensa Libre parte de los aspectos que contempla el pacto colectivo entre el sindicato de maestros del Estado STEG y el MINEDUC, que no solo contempla aumento salarial sino más asuetos para los maestros y prerrogativas. Esto no es secreto, como tampoco lo es los enormes privilegios que posee toda la dirigencia del mencionado sindicato cuyo rostro mas visible, para beneficio de esta organización gremial, es Joviel Acevedo.
Es bueno puntualizar algunos aspectos en esta nota. Es papel de todo sindicato el presionar para que sus afiliados tengan las garantías y prebendas que puedan negociar. De no ser así los sindicalizados simplemente cambiarían de dirigencia, y pondrían a una que, si lo lograse, es por eso que y, aun cuando parezca feo admitirlo, Joviel no es el problema, es solo uno de los rostros mas espantosos de él. La existencia de una organización sindicalista en el Estado es ya un problema, por otro lado, están los que negocian de parte del Estado. En este caso los ministros de Educación. La actual, la cuentista Anabella Giracca, no es la excepción. Son ellos los que acuerdan dar y dar dinero y privilegios con tal de que esta organización no declare la huelga, o simplemente que llamen a no votar por los candidatos del partido en el poder.
En esta ecuación el Estado es al final el principal problema y es que son ellos los que en última instancia, tiran a la basura el dinero que no producen, que obtienen por medio de la rapiña y el robo legalizado. El problema de la educación en Guatemala no son las escuelas destruidas, el que no haya mobiliario, libros, o incluso que no haya maestros con las suficientes calidades, el problema es que gran parte de la educación sigue estando en manos del Estado, y este durante cada administración sigue esforzándose en hacer un peor trabajo.
No nos engañemos, ha sido la incapacidad del Estado la que ha obligado a que millones de padres de familia cada año opten por opciones privadas de educación para sus hijos, y aun así siguen pagando por los pactos colectivos y las enormes infraestructuras administrativas del ministerio. Así es, cada padre de familia que paga por un colegio privado al mismo tiempo está proporcionando beca a uno o mas niños pobres en escuelas públicas, y ojo, no me refiero a los colegios de élite donde probablemente la relación sería el doble o el triple. De los colegios mas precarios de barriada están saliendo los fondos para las escuelas.
Los niños y jóvenes que pasan por las aulas del sistema educativo oficial son los que menos opciones de trabajo tienen, son los que mas engrosan las caravanas de migrantes a Estados Unidos, son los que menos entran a la universidad, y lo peor es que son los mas caros de Guatemala.
Los maestros del sistema público son los que poseen mas estabilidad laboral, en un sistema de trabajo que nada le importa la productividad, o sea, basta con que tenga una plaza en propiedad para que el sindicato le asegure su futuro. Los partidos de izquierda local saben de esto y siguen ofreciendo que en el poder van a construir mas escuelas, contratar mas maestros y les van a pagar más, y esto mismo ha hecho la actual administración con la diferencia que ahora incluye temas identidad de genero que los padres no estan solicitando pero que como parte de la agenda a la que se comprometieron los dirigentes del partido pues simplemente las van a imponer guste o no.
Esto tiene que ser dicho de la forma mas clara posible, el problema de la educación pública es el modelo clientelar y paternalista del Estado, asume que el pobre es tan pobre que se contentará con un servicio de pésima calidad y que ello bastará para obtener su fidelidad. ¿Acaso no puede haber algo más enfermizo que esto?