logo-2
  • Search
  • Facebook
  • Twitter
  • Instagram
  • Tiktok
  • 24/7
    • Noticias nacionales
    • Elecciones 2023
    • Justicia
    • Política
      • Panoráma Económico
  • Mundo
  • Cartelera
  • Crónicas y reportajes
  • Opinión
  • El Editorial
  • Tiempo Libre
  • Mas
    • Mundo Empresarial
    • Guatemaltecos destacados
  • Relatos
  • Menú Menú
Berit Knudsen

Berit Knudsen

ONU: entre burocracia y progresismo

26 de septiembre de 2025/en Opinión/por Berit Knudsen

Trump denuncia a la ONU como rehén de burocracia y autoritarismos

Berit Knudsen

El discurso de Donald Trump en la Asamblea General de Naciones Unidas, con su particular estilo retórico, puso en evidencia las innegables fisuras de este organismo. Disparó contra la ONU acusándola de ineficaz, corrupta y cómplice de agendas desviadas de su razón de ser: evitar conflictos y preservar la paz. La incómoda verdad es que la organización se ha deformado con el tiempo.

La ONU nació en 1945, con 51 países miembros, con el compromiso de no repetir el horror de la guerra. Se concentró en la seguridad colectiva en sus primeros años, con un Consejo de Seguridad dominado por las potencias vencedoras de la Segunda Guerra Mundial. La burocracia era mínima, el presupuesto modesto, con grandes aspiraciones. Pero la Guerra Fría, sus bloques y guerras proxy, transformaron a la organización en un foro retórico, poco resolutivo.

Con la ola de descolonización entre los sesenta y ochenta, la ONU creció en forma desmesurada. Los nuevos Estados provocaron una agenda de desarrollo y redistribución global, ampliando las funciones de la organización  y multiplicando sus agencias, una expansión que motivó tensiones. Ronald Reagan en Washington y Margaret Thatcher en Londres se rebelaron contra lo que llamaron una maquinaria ineficiente, politizada y abiertamente hostil a Occidente. Sus gobiernos retiraron sus aportes y abandonaron la UNESCO, denunciando corrupción y sesgo ideológico.

Tras la caída del Muro de Berlín, el mundo pareció abrirse a una ONU revitalizada. Los noventa fueron la era de las operaciones de paz en Camboya, Bosnia, Ruanda o Kosovo. Pero el presupuesto se disparó: de cientos de millones pasó a miles de millones de dólares anuales. El crecimiento trajo consigo burocracia dispersa, programas superpuestos y resultados deficientes ante las crisis enfrentadas.

En 2015 se adoptó la Agenda 2030, convirtiendo a la ONU en arquitecto de temas globales sobre clima, género y migración. En la práctica, se relegan los derechos humanos de primera generación –libertades individuales, garantías políticas, protección de la vida y la familia– reemplazados por un catálogo de segunda generación vinculados al desarrollo y la igualdad. Pero con una ONU concentrada en estas causas, emergían conflictos como la anexión de Crimea en 2014, la guerra en Siria, las tensiones en Gaza y Ucrania. Sin acciones, se aparta del objeto para el cual fue creada: prevenir y detener conflictos.

Trump apuntó contra ese desequilibrio. Denunció que cada nueva agenda llega acompañada de exigencias financieras, transformando a la ONU en un aparato que demanda recursos, incumpliendo promesas. Lo más preocupante es que hoy, el 58 % de los países miembros son autoritarismos plenos o híbridos que no respetan los derechos humanos, pero sus votos valen tanto como los de las democracias en la Asamblea General. Una aritmética que traiciona los principios fundacionales.

La dependencia financiera es el mayor agravante. La ONU vive de contribuciones voluntarias, concentradas en donantes privados y grandes fundaciones. Esos fondos llegan “etiquetados” para programas específicos, direccionados por quien paga la cuenta, no por consenso global. El resultado es una organización que habla en nombre de todos, pero responde a una élite. Proclama la universalidad, con una agenda subordinada a intereses particulares.

La crítica de Trump, con su estilo combativo, tocó puntos sensibles. La ONU se ha convertido en una institución atrapada entre la presión de Estados autoritarios que bloquean el Consejo de Seguridad, agendas diseñadas por donantes que limitan su independencia y una burocracia progresiva. Concebida como garante de la paz, la ONU se ha transformado en arena de intereses cruzados, guerras multiplicadas y promesas trastocadas.

Etiquetas: geopolítica, ONU, Trump
Compartir esta entrada
  • Compartir en Facebook
  • Compartir en Twitter
  • Compartir en WhatsApp
  • Compartir por correo
https://247prensadigital.com/wp-content/uploads/opinion-portada1-1030x631-2-300x184-14.jpg 184 300 Berit Knudsen https://247prensadigital.com/wp-content/uploads/logo-2.svg Berit Knudsen2025-09-26 08:10:342025-09-26 08:10:37ONU: entre burocracia y progresismo
Quizás te interese
El Supremo de Míchigan rechaza eliminar a Trump de las primarias estatales del Partido Republicano
El CEO de SoftBank se reunirá con Trump para anunciar una inversión de 100.000 millones de dólares en EEUU
Trump asegura que el Partido Demócrata ha dado un «golpe de Estado» a Biden para evitar su candidatura
Equipo de campaña de Trump afirma que Biden «no es apto» para la Casa Blanca
El expresidente ruso Medvedev se burla de Trump y Musk y se ofrece a mediar para un «acuerdo de paz»
Bruselas trabaja para cerrar acuerdo formal sobre aranceles con EEUU y suspenderá seis meses sus represalias
Tu navegador no soporta el video.

Más de este autor

  • Dilema peruano: multialineamiento consciente o subordinado
  • Milei, entre Washington y Beijing
  • Putin y el miedo institucionalizado
  • India: gigante con memoria estratégica
  • China: poder con un eje euroasiático
  • Un mundo más viejo, endeudado y armado
  • Trump rodea a Maduro en el Caribe
  • ¿Fin de Evo Morales en Bolivia?
  • El Mar Negro, epicentro del poder ruso
  • Petro: Crónica de una paz fracasada
Tu navegador no soporta el video.
Contáctanos

© 2023 Prensa Digital. Desarrollado por iguate.com

Trump firma una orden que allana el camino para concluir el acuerdo de venta...Descontento ciudadano: 57% reprueba gestión de Bernardo Arévalo, según encuesta...
Desplazarse hacia arriba