Mario Merida
Sistema, partidos, candidatos o ciudadanos ¿qué afecta el proceso electoral?
Mario Mérida
Los resultados de las pasadas elecciones generales requieren de un análisis amplio, principalmente de los partidos políticos, que salieron electos para la 2da, vuelta electoral (20/08/2023) y la academia. Lo que no limita expresar algunos comentarios generales, con base en los resultados procesados a la fecha (junio/28/2023), relacionados con los resultados de los cuales la UNE obtuvo 868,124 (15.78%), SEMILLA, 649,080 (11.80%), votos nulos 956,413 (17.38%), Abstencionismo 3,667.394(40.00%-) y votos en blanco 385,014 (7.00%), de 5,499,963 asistentes a las urnas.
Sistema Electoral
La Génesis del cuestionamiento del sistema electoral, es la aplicación de la Ley Electoral y de Partidos Políticos (LEPP), que no estimula la participación ciudadana, ni el debate político. Esta Ley fue analizada por organizaciones civiles, por los mismos (y otros) partidos, generando propuestas de reformas o ajustes, que tropezaron con la resistencia de los magistrados del TSE y otras maniobras oscuras, hasta agotar el tiempo para intentar renovarlas.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE), contribuyó en buena parte a la incertidumbre del evento electoral por la obcecación y actitudes prepotentes por los magistrados, denunciadas por algunos partidos que no fueron inscritos. También suma la manera tardía como resolvieron varias impugnaciones, por la “… aplicación de criterios diferenciados, discrecionales e inconsistentes para la inscripción y revocación de candidaturas y la utilización frecuente de recursos judiciales para dirimir diferencias políticas, producen daños irreparables a la credibilidad y legalidad de las elecciones” (Prensa Libre. 25/05/2023)
Partidos Políticos
Es evidente la inexistencia de una estructura partidaria en nuestro país. En esta oportunidad se presentaron 26 partidos a la contienda electoral, per, solo participaron 22 y 4 quedaron fuera -MLP, PODEMOS, PODER y PROSPERIDAD CIUDADANA- por decisión del TSE. Al final sobrevivirán 12 partidos y serán cancelados 10 -PAN, FCN NACIÓN, FAMILIA, MLP, PODEMOS, HUMANISTA, PROSPERIDAD CIUDADANA, MI FAMILIA, UNIÓN REPUBLICANA, PARTIDO REPUBLICANO, PIN Y PODER-, que probablemente se presenten con otros nombre en las elecciones del 2028.
¿Qué es un partido político?, es la pregunta que hay que responder a los guatemaltecos para estimular su afiliación y participación. Según Aron, citado por Martínez Sospedra, Manuel. 1996 en “Introducción a los partidos políticos”, es: “Una organización regular y permanente de personas dirigidas a conquistar, ejercer y conservar el poder político”. Joseph La Palombara, citado por Martínez sugiere cuatro aspectos esenciales de un partido: “1. Organización duradera y estable; 2. Estar articulada con organizaciones de carácter local regulares y a nivel nacional; 3. Voluntad deliberada y consciente del grupo de conquistar, ejercer y conservar el poder político y 4. Búsqueda de apoyo popular para conseguir sus fines” y para finalizar vale mencionar los diferentes tipos de partidos por los fines que persigue alcanzar.
De acuerdo con Weber, existen tres tipos de partidos, uno es: a. Patronazgo. Obtención de prebendas y cargos para sus dirigentes y miembros del partido; los partidos: b. Estamentales o de clase. Cuya finalidad es expresar públicamente los intereses de un estamento o clase y están dirigidos por los intereses de la organización y, finalmente están los partidos: c. Ideológicos. Basados en la intuición del mundo, organizados alrededor de principios abstractos o fines”
El Candidato
Este no requiere tener formación política, identidad partidaria o fajarse como militante dentro la organización. Generalmente su nominación es resultado de la oportunidad de la necesidad de los partidos de contar con alguien que represente al partido en las elecciones. Los interesados merodean alrededor de los partidos, otros piden “jalón”, hay quienes compran la designación y los menos, son invitados por su perfil o carisma. Condicionantes que contribuyen al temprano ocaso de las organizaciones partidarias.
El Ciudadano
Es sin duda alguna, la columna vertebral del partido -mujer u hombre-, representa la fuerza motriz de la organización, siempre que tenga una identificación legal -DPI-; afiliado (a) a la organización política; debidamente empadronado (a); dispuesto (a) a apoyar la agenda ideológica y política del partido, convencida (o) de su derecho a elegir y ser electa (o). Además, de ser conocedor (a) de la LEPP y su reglamento, conocimiento que adquiere en el Centro, Instituto o Escuela de formación política del partido.
Conclusiones
Es válido aceptar que los esfuerzos del TSE fueron hacer viables, legitimas y transparentes las elecciones generales, con la finalidad de: “perfeccionar la democracia de nuestra república” y tratar de hacer realidad el espíritu de la ley descrito en el tercer considerando (Decreto N°. 1-85), reconociendo: “Que la evolución de las ideas políticas, reclama un tratamiento legal, acorde con el desarrollo actual, circunstancia que debe ser atendida y regulada por toda ley electoral y de partidos políticos”. Como también lo es señalar, que para lograrlo requiere de un Tribunal Electoral a la altura de las actuales circunstancias del país, condición que esta vez se alcanzó medianamente, debido en parte a la negativa de actualizar la ley vigente y a decisiones tomadas desacertadamente[1].
Existe una fuerte crítica, proveniente de algunos sectores y expertos por el número de partidos participantes en el proceso electoral. Sin embargo, el multipartidismo debe ser aceptado como una expresión de libertad de organización, bajo el amparo del Estado, que garantiza: “… la libre formación y funcionamiento de las organizaciones políticas y sólo tendrán las limitaciones que esta Constitución y la ley determinen…” (CPRG. Art. 223), Normativa, que derogó las limitaciones para la formación de organizaciones políticas heredada de la Constitución surgida de la “Revolución del 44” (20/10/1944).
A propósito de la mención de la Revolución del 44, merece la pena recordar que en las elecciones presidenciales de esa época (17/19/diciembre/1944) participaron 13 partidos y tres candidatos sin respaldo partidario. En las que triunfó el Doctor Juan Jose Arévalo Bermejo con 255,660 votos (86% de votos válidos), siendo el total de votos en blanco o invalidados 6,042.
Es oportuno reiterar la trascendencia de la participación ciudadana, más allá de la importancia de cumplir con los deberes y derechos políticos que le reconoce la Constitución (Art. 136. CPRG), principalmente el de elegir y ser electo. La única forma de sentirse satisfecho, ante cualquier resultado en la 2da. vuelta, es estar consciente que prevaleció y prevalecerá el Estado de Derecho y el Régimen de legalidad del país, para resolver las situaciones jurídicas que se presenten.
Finalmente, solo queda lamentar la retórica confrontativa postelectoral, que se reproduce -viraliza- en las redes sociales, sin más intención que la ofensa y el alineamiento de los menos informados.
[1] Quinto informe de observación MOE-Gt (20/06/2023). Con relación a la Certeza y transparencia en las condiciones administrativas y judiciales, refiere que: Un proceso inmerso en irregularidades y en una creciente judicialización que debilitó su integridad y legitimidad; Algunas debilidades en el proceso de empadronamiento; Socialización y comunicación deficientes de varias de las reformas a los reglamentos; Aplicación de criterios diferenciados, discrecionales e inconsistentes para la inscripción y revocación de las candidaturas, y ausencia de análisis legal y político que asegurara la idoneidad de todos los candidatos, Interferencia institucional en la independencia del Tribunal Supremo Electoral (TSE) que altera la competencia electoral; Esfuerzos importantes por comunicar el funcionamiento del sistema de transmisión de resultados electorales preliminares (TREP) y una buena recepción a las recomendaciones emitidas. No obstante, las deficiencias documentadas a lo largo de los informes de la MOE-Gt, la misión considera que la principal garantía de transparencia y certeza del proceso descansa en las manos de los ciudadanos que ejercerán su voto este 25 de junio.
