Mario Merida
Sin inteligencia civil y militar no hay seguridad ciudadana
MSc Mario Mérida
Aspectos generales
La inteligencia en general, es una actividad que abarca todos los ámbitos del ser humano, desde que dejó el nomadismo para asentarse en lugares estrategicos, que facilitaron su sedantarismo. Tambien, se afirma que la complejidad de las situaciones que enfrentan las sociedades, exige que el proceso para producir inteligencia sea realizado por equipos multidisciplinarios, para lograr una mayor exactitud. Es decir, el éxito inicia con la definición de los elementos esenciales de información, selección de fuentes, agencias y la elaboración del plan de búsqueda; seguido de la evaluación, análisis y distribución oportuna de la inteligencia a las diversas instituciónes. Por ello, algunos expertos evaluan la inteligencia como una disciplina, que se desarrolla netódicamente (Ciclo de inteligencia), resuelve hipótesis y aplica él método cientifico, para elaborar escenarios prospectivos.
El pasado
Sin embargo, la inteligencia militar contiúa siendo estigmatizada por desviaciones de carácter ideológico y político. En parte, porque los expertos en esta disciplina provienen del ámbito militar, por la inexistencia o poco interés de la academia en el desarrollo de programas en esta materia. No obstante, que la inteligencia desde su concepción estratégica, como herramienta para la toma de decisiones, es altamente apreciada en la actividad empresarial, deportiva, diplomática, ambiental, etcétera.
En su momento la inteligencia militar fue atacada por la Comisión del Esclarecimiento Histórico (CEH), con base en los criterios de la dirigencia de la URNG, que propuso en más de una ocasión la desaparición de la Dirección de Inteligencia. Muchos de los señalamientos hechos por la CEH, quedaron aclarados en la parte que detalla la estrategia empleada por la guerrilla, desde el inicio del enfrentamiento armado interno; de igual manera surgió la verdad, en cuanto a los señalamientos de ejecuciones arbitrarias y desapariciones atribuidas a la inteligencia militar, que en realidad fueron cometidos por integrantes de la guerrilla[1].
Los primeros cambios
La ascención como presidente del licenciado Marco Vinicio Cerezo Arévalo (1986-1991), alentó las relaciones entre la sociedad civil y militares, con la creación de la Dirección de Política de Defensa, impulsada por el General Alejandro Gramajo (+), ministro de la Defensa de la época, que tuvo como sede las instalaciones de la Antigua Escuela Polítectica. Esta Dirección se convirtío en un foro de discusión acerca del rol de los factores de poder y de la “Tésis de la Estabilidad Nacional” (1989), Este encuentro civico militar, fue la base para anclar los logros iniciales del proceso de paz, auspiciado por el Grupo de Contadora (1983), el cual contó con el apoyo total del gobierno militar de transición a cargo del General Humberto Mejía Victores y con los resultados del Primer encuentro pro paz, entre el gobierno y la guerrilla en Madrid, España (1987); que se terminaron de concretar con los Acuerdos de Esquípulas I y II (1986 y 1987), ampliando las epectativas generadas por la Iniciativa de Esquipulas (07/08/1987) propuesta por el Presidente Oscar Arias a los gobernantes Centroaméricanos, que le valió el Premio Novel de Paz tres meses después (10/12/1987)
A los esfuerzo de la Dirección de Política de Defensa, se integró la Escuela de Inteligencia del Estado Mayor de la Defensa Nacional. Este centro promovio y facilitó la presentación de innumerables conferencistas provenientes del ámbito social, político, económico y de instituciones del Estado, convirtiéndolo en un espacio abierto en donde civiles y militares conversaban sobre el destino del país.
Últimos aportes
El Estado guatemalteco, superó los obstáculos del proceso de paz (1983-1996) y revasó las expectativas relativas a la seguridad y defensa nacional, con la aprobación de la Ley Marco del Sistema Nacional de Seguridad, SNS (Decreto 18-2010). Cuyo espiritu, se evidencia en el tercer y cuarto considerando, que literalmente expresan:
“Que los riesgos y amenazas que enfrenta la seguridad plantean una mayor complejidad, por lo que es necesario fortalecer y estrechar la coordinación entre las instituciones competentes en el ámbito de seguridad, asumiendo un acercamiento programático focalizado en seguridad y justicia, como una totalidad comprensiva e integrada, a fin de dotar al Estado de las herramientas indispensables para el cumplimiento de sus obligaciones constitucionales”
“Que el esfuerzo por construir un Sistema Nacional de Seguridad, que cumpla con los objetivos establecidos en la Constitución Política de la República de Guatemala no se ha logrado concretar e implementar, existiendo solamente un conjunto de leyes dispersas, una institucionalidad debilitada y un escaso aprovechamiento de los profesionales y especialistas en la materia”.
Para terminar de articular lo descrito anteriormente, es importante hacer hincapié en el reconocimiento y oficialización del Sistema Nacional de Inteligencia, SIN (SNS:Arts. 23, 24 y 25), bajo la responsabilidad de la Secretaría de Inteligencia Estratégica del Estado (SNS: Art. 27), que mediante su coordinación lleva a cabo “… procedimientos y normas para abordar con carácter preventivo, las amenazas y riesgos a la seguridad de la Nación, mediante la necesaria coordinación de las funciones de inteligencia estratégica, civil y militar, así como de cada una de ellas en su ámbito de actuación”.
El SIN, Está integrado por: “La Secretaría de Inteligencia Estratégica de Estado, quien lo coordina, la Dirección de Inteligencia Civil del Ministerio de Gobernación, la Dirección de Inteligencia del Estado Mayor de la Defensa Nacional del Ministerio de la Defensa Nacional”. Asimismo, establece que todas las instituciones del Organismo Ejecutivo deberán proporcionar a la Secretaría de Inteligencia Estratégica del Estado la información que ésta les requiera sobre los asuntos de su competencia” (SNS:Art. 24).
Reflexión final Lo descrito y explicado anteriormente, hace inncesaria una amplia y compleja conclusion, para demostrar la relevancia de la Inteligencia nacional, en el abordaje de la problemática coyuntural y estructural de nuestro país. Queda claro, que el Estado cuenta con un Sistema Nacional de Seguridad, que respalda la toma de decisiones en todos los campos del poder nacional, con la finalidad de materializar los objetivos nacionales, que no son otros, que los primeros tres artículos de la Constitución de la República (1985 y sus reformas 1993). Como también lo es, el desdén por un sistema anulado por cuestiones ideológicas y convicción profesional.
[1] Mérida, Mario. 2011 La historia negada. 2da. Edición. P. 86. (digital)
