¡El impuesto!
Son ya 100 días de esa dictadura impuesta. Empezó muy mal desde que sale a luz la investigación del partido Semilla que, mañosamente, se inscribió con firmas falsas, es decir con maña. Preocupados los que lo impusieron, causaron los peores caos y desastres económicos con el OCTUBRE NEGRO.
Hoy, a 100 días, no se le ve cara a la cosa. ¿Por qué? El sistema está tomado. Los que lo impusieron, pensaron que haciendo lo mismo que los otros desgraciados iban a lograr el gran cambio deseado. No se pudo. Aquí todo sigue igual. Mafia por aquí y mafia por allá.
Es sencillo arreglar Guate. Sí: reduzcan presupuesto. Quiten impuestos inconstitucionales y promuevan un impuesto único, el famoso Flat Tax.
Pero de verdad no nos engañemos: esto no ha cambiado para bien. Se debió parar y se debe parar el desastre de elecciones fraudulentas orquestadas por los grupos mafiosos, incluyendo los del Norte. Investigar y si fuera necesario, juzgar a todos los magistrados del TSE. Cancelar, pero de verdad hacerlo, todos los partidos anómalos. Aunque nos quedemos con uno o sin ninguno.
El cambio debe venir de raíz y empieza con un proceso eleccionario lo más transparente posible. Donde el ciudadano trabajador, que le apuesta a Guate y quiere que vaya para adelante le pueda decir a la cara: Adiós mafias, dejen de joder y déjennos avanzar.