Los valores dominantes
Javier Payeras
El crepúsculo de los ídolos es un buen libro para conocer a Friedrich Nietzsche. El poeta y filósofo alemán que rompió con todos los sistemas filosóficos de Occidente dejó en esta obra una serie de citas y apuntes a los que llama “filosofía del martillo”, es decir, de la demolición. Pero ¿Qué es lo que propone demoler?, sencillo, todos los valores dominantes.
Durante siglo y medio se ha visto a este pensador alemán como alguien polémico e irritante. Se lo han apropiado ideologías extremistas, se le ha tildado de ateo-satanista o de misógino o de antinacionalista o de anarquista bilioso, ¡es tan fácil reducir a una persona sacando de contexto unas cuantas frases! Romper los valores dominantes significa no dejarse someter por la moral de turno, sea la que sea, hacerse de un pensamiento propio, salirse del colectivo de rumiantes que tienen una respuesta en la punta de la lengua para todo, es decir, aquellos convencidos de que el manual que tienen en la mano es aplicable a todo cuanto les sucede y ha sucedido a ellos o al mundo en el devenir de la historia.
Con el post humanismo la tecnología nos asedia y la propaganda dicta la brújula moral con mayor fuerza que nunca. Antes quemaban los libros, hoy los cancelan y los pocos librepensadores que existen se autocensuran, estamos en una suerte de Edad media con Internet de alta velocidad. Es evidente que existe un serio apagón dentro del pensamiento Occidental: la filosofía actual es un sistema de citas y dogmas, el adiestramiento de los académicos para que asuman una rebeldía obediente y repleta de neologismos que repiten como loros. Los valores dominantes ya no son los de la época de Nietzsche, ahora son los de las buenas intenciones. Pareciera que la consigna más vigente es, “actúa como si la gente te importara y estuvieras comprometido con sus causas, tómate una selfie y regresa a casa y si alguien te critica responde rabiosamente AL MENOS YO ESTOY HACIENDO ALGO, TÚ EN CAMBIO ERES PARTE DEL PROBLEMA”. Esta ideología de la catarsis ocupa la idea de Dios que critica Nietzsche en este libro, un concepto vacío en el que caben todos los valores y prejuicios de una época.
El crepúsculo de los ídolos es un libro construido a manera de libreta de apuntes y le propone a los lectores que despierten y que ocupen su mente evaluando si realmente quieren lo que creen que quieren, si sienten lo que creen que sienten y si deseen lo que creen que desean. Es tenebroso que hoy en día millones de personas busquen una pantalla para ver cuál es el lado de la moral en el que deben estar para no sentirse excluidos del grupo. Los más terroríficos extremos son los que ocupan aquellos que siempre tienen una opinión para atacar o descalificar, con chistes o emoticones o memes a quienes les proponen argumentos bien fundamentados.
¿Será que la muerte de la inteligencia ya está dando sus primeros efectos visibles en la sociedad?
Si usted, querido lector / querida lectora, llegó hasta el final de este artículo… me siento con esperanza.