Libertad a través de la disciplina
“La disciplina es la capacidad de elegir, consciente y consistentemente…”
( La disciplina es la madre del éxito, es la base para desarrollar la mayor productividad a través de la efectividad en el uso del tiempo, en cualquier actividad y a largo plazo… )
Las personas con un mayor grado de autocontrol pasan menos tiempo considerando si deben o no satisfacer las conductas que perjudican su salud, y son capaces de tomar decisiones positivas con mayor facilidad.
En este sentido, la disciplina y el desarrollo personal van de la mano, ya que a mayor control de las emociones y las tentaciones, mejor el desempeño de las personas en las áreas específicas donde tienen objetivos trazados.
De esta manera, la disciplina y el desarrollo personal se complementan, ya que el autocontrol para tomar las decisiones correctas ayuda a conocer mejor las debilidades, los miedos e incluso las ideas que hacen a muchas personas perder fuerza y renunciar.
Por nuestra propia naturaleza, como norma general, los humanos preferimos algo que podemos obtener inmediatamente a algo que obtendremos más tarde, incluso aunque esto último pueda ser mejor. En psicología esto se llama Recompensa Inmediata frente a Recompensa Aplazada.
La disciplina es aquí la capacidad de elegir, consciente y consistentemente, la opción que más nos interese a mediano y largo plazo, es decir, la que esté más alineada con nuestros objetivos y que construya los resultados que más valoramos.
Si bien la disciplina y la libertad parecen estar en lados opuestos del espectro, en realidad están muy conectadas. La libertad es lo que todo el mundo quiere: poder actuar y vivir con libertad. Pero la única manera de llegar a un lugar de libertad es a través de la disciplina. Si quieres libertad financiera, tienes que tener disciplina financiera.
Si quieres más tiempo libre, tienes que seguir un sistema de gestión del tiempo más disciplinado. También tienes que tener la disciplina de decir “no” a las cosas que consumen tu tiempo sin valor, cosas como videos aleatorios de YouTube, click-bait en Internet e incluso eventos a los que aceptas asistir cuando sabes que no querrás estar allí. La disciplina es igual que la libertad, se aplica a todos los aspectos de la vida: si quieres más libertad necesitas desarrollar más disciplina.
Nadie quiere escuchar esto, pero el paso número uno para desarrollar disciplina es levantarse temprano. Ahí es donde empieza. Se necesita disciplina para levantarse de la cama temprano, pero eso establece el tono y el patrón de disciplina para el resto del día.
Lo siguiente que hay que hacer es hacer ejercicio: hacer algo físico. Una vez más, eso requiere disciplina, pero te da impulso en la dirección correcta. El ejercicio también tiene impactos fisiológicos reales en el cuerpo y la mente que pagan dividendos todo el día.
Una de las mejores disciplinas mentales que las personas debemos implementar es simplemente armar un horario o una lista de tareas y ejecutarlo. Escribir una lista de actividades o arreglar la agenda del día la noche anterior y luego hacer lo establecido en ellas. La vida se torna mucho mejor al practicar estas actividades.
De esta manera se forman los hábitos que consolidan una forma recurrente de realizar esas actividades propuestas y establecidas que se vuelven parte fundamental para alcanzar nuestros objetivos trazados en cualquier ámbito y actividad a que nos dediquemos, y así seremos libres de verdad….