La volatilidad de Bitcoin
Marisa Jarquín
La volatilidad de Bitcoin es algo bastante normal que asusta a muchos, pero muchas veces depende de la perspectiva y de la forma que adoptamos Bitcoin. El tema de la volatilidad de Bitcoin para quienes consideran a Bitcoin una forma de resguardar valor es algo que no preocupa y no extraña. Es necesario hacer énfasis que la adopción de bitcoin todavía es temprana. Una vez que bitcoin se vuelva cada vez más aceptado, la demanda va a crecer y será menos volátil. Podemos imaginar la volatilidad de Bitcoin comparando su mercado como un pastel. El pastel completo representa todo el valor del mercado en un momento dado, mientras que cada comprador o vendedor es como alguien que toma o añade un pedazo. En mercados tradicionales y enormes, quitar o añadir un pedazo no cambia casi nada la forma del pastel, por lo que el precio se mueve poco. Pero en Bitcoin, el pastel es más pequeño y cambia de tamaño constantemente. Así, cada movimiento impacta más el tamaño y forma del pastel, lo que genera la alta volatilidad que caracteriza a Bitcoin.
Saifedean Ammous en su libro “El Patrón Bitcoin” lo explica de esta manera:
“a medida que crece el tamaño del mercado, junto con la sofisticación y la profundidad de las instituciones financieras que trabajan con bitcoin, esta volatilidad probablemente disminuirá. Con un mercado más grande y líquido, es probable que las variaciones diarias en la demanda se vuelvan relativamente más pequeñas, permitiendo a los creadores de mercado beneficiarse de cubrir las variaciones de precios y suavizar el precio. Esto solo se logrará si y cuando un gran número de participantes del mercado mantengan bitcoins con la intención de conservarlos a largo plazo, elevando el valor de mercado del suministro de bitcoins significativamente y haciendo posible un gran mercado líquido con solo una fracción del suministro. Si la red alcanza un tamaño estable en algún momento, el flujo de fondos hacia dentro y fuera de ella sería relativamente igual y el precio de bitcoin puede estabilizarse. En tal caso, bitcoin ganaría más estabilidad mientras también tendría suficiente liquidez para no moverse significativamente con las transacciones diarias del mercado.”
El principal uso de bitcoin hoy en día no es como sistema de pagos, sino como resguardo de valor. Para quienes entendemos a Bitcoin como un mecanismo de ahorro a largo plazo, y la estabilidad de su valor sólo se logrará con el tiempo a medida que se produzca una adopción masiva. Mientras tanto, la volatilidad es la consecuencia natural del proceso de descubrimiento de precios a medida que bitcoin avanza hacia su monetización y su plena adopción. Por otra parte, bitcoin no existe aislado; la mayoría de las personas o empresas no están expuestas exclusivamente a bitcoin, y la diversificación de activos, como en cualquier cartera, reduce la volatilidad de cualquier activo individual.
La verdad es que Bitcoin solo parece volátil para quien lo analiza con una mentalidad centrada en el corto plazo. Sin embargo, otra perspectiva es mirar con una preferencia temporal más baja (La preferencia temporal baja es la tendencia a valorar más el futuro que el presente inmediato. Es por tanto que una persona con preferencia temporal baja está dispuesta a esperar, ahorrar, invertir y posponer su satisfacción inmediata porque entiende que los beneficios a largo plazo pueden ser mayores).
Con bitcoin lo que parece volatilidad se diluye como simple ruido en una trayectoria de alza a largo plazo, guiada por la escasez de Bitcoin, su expansión y sus propiedades monetarias. El sistema fíat (dinero fiduciario es el que utilizamos en gran medida, moneda sin respaldo e inconvertible de suministro ilimitado) condiciona nuestra percepción al darnos precios estables hoy mientras nos resta poder adquisitivo lentamente.
Bitcoin funciona al revés: en el corto plazo puede variar bastante, pero a largo plazo no hace más que ganar valor y estabilidad. Bitcoin es entonces al mismo tiempo una revolución pacífica contra el sistema actual impuesto. Las monedas fiat tienden a ser inestables, inflacionarias y fácilmente corruptibles. La palabra latina fiat significa “hágase”, y en inglés se usa para referirse a un decreto, autorización o regla formal.
Es un término apropiado para el estándar monetario actual, porque lo que lo distingue es que reemplaza el juicio del mercado por las órdenes del gobierno. El valor del dinero fíat no se basa en una mercancía física libremente intercambiada, sino que es dictado por una autoridad que puede controlar su emisión, su oferta, su compensación y liquidación, e incluso confiscar cuando lo considere conveniente.
No le teman a la volatilidad saludable de Bitcoin; témanle al sistema fíat actual. No pongan su confianza en políticos que controlan el sistema fíat y su ilusión de estabilidad. Finalmente, no confíen, verifiquen.








