La vergüenza de Adán y Eva
Mary de Peralta
¿Será que Adán no estaba satisfecho consigo mismo? Y es que la causa de la esclavitud humana (el pecado original) es el deseo de ser diferentes de lo que somos, de ser más que humanos. Cegado por su vergüenza tóxica (el orgullo), Adán quería un falso “yo”. Esta falsa personalidad le condujo hacia su propia destrucción.
Después de rechazar su verdadero “yo”, Adán se escondió. Pero Dios llamó al hombre y le dijo: ¿Dónde estás? Adán respondió: “Oí tus pasos por el jardín y me escondí” Antes de la caída, el hombre y la mujer estaban desnudos y no “sentían vergüenza”. Después de elegir ser diferentes de lo que eran, se vieron desnudos y sintieron vergüenza.
La desnudez simbolizaba sus verdaderas y auténticas personalidades. Eran quienes eran y les parecía bien así. No había nada que esconder, podían ser totalmente sinceros.
Esta simbólica y metafórica descripción es un reflejo de la condición humana. A todos los humanos nos resulta muy difícil amarnos y aceptarnos incondicionalmente a nosotros mismos. Nos negamos a aceptar nuestras verdaderas personalidades e intentamos crear otras personalidades más poderosas pero falsas, renunciando así a nuestra condición humana. El resultado de esta actitud es una vida llena de secretos y falsedad. Este afán por escondernos es la principal causa de sufrimiento para la gran mayoría de nosotros.
El amor y la aceptación de uno mismo es el único camino hacia la felicidad y la capacidad de amar a los demás. Si no nos amamos y nos aceptamos, estamos condenados a la agotadora labor de crear falsas personalidades. Vivir con una personalidad falsa requiere una enorme cantidad de esfuerzo y energía. La vergüenza crea desesperación y pobreza espiritual.
Después de ser expulsados del paraíso, el hombre y la mujer tuvieron que pasar por el sufrimiento, la mujer dando a luz y el hombre trabajando; pero vino Jesucristo a la cruz y compró el precio de la victoria para evitar las diversas manifestaciones de la vergüenza., las causas y los principales métodos de encubrimiento.
No nos permite ser nosotros mismos y su poder reside en el secretismo y el misterio que la caracteriza. Aparentamos lo que no somos, y exhibimos lo que no tenemos; cuando en la Cruz fuimos redimidos de toda carencia y de toda necesidad.
Contentos con lo que tenemos hoy, porque no te dejaré ni te desampararé, dice Hebreos Evitando la semilla de la neurosis, trastornos del comportamiento, violencia política, guerras y crímenes. Porque es la vergüenza la que mejor define la esclavitud humana.
LA VIDA ETERNA ES UNA INCREIBLE REALIDAD.
No te la pierdas.