Guatemala al Mundial de fútbol
¿Alguien cree que Guatemala no puede llegar a un mundial? Que no somos capaces, que no podemos formar y desarrollar un equipo y buenos jugadores, ni contratar a un buen técnico de clase mundial, ni construir buenos estadios, ni formar una buena liga… y mucho menos pensar que un día no solo se participe, sino poder llegar a ser campeones mundiales…
¡Sí se puede! Sí podemos tener jugadores competitivos del más alto nivel y un juego, un sistema de juego también del más alto nivel, para clasificar y hasta llegar a ganar un mundial. Pero primero debe cambiar la esencia del sistema político e institucional del país, con voluntad, enfoque e inversión en el fútbol.
Aquí es donde quiero comentar mi opinión al respecto de forma objetiva y reflexiva. A mí, en lo particular, me gusta y practiqué desde niño el fútbol, en equipo y selecciones en el colegio, la universidad y en el Cejusa, en equipos y torneos amateurs. Además, tengo un hijo que llegó a jugar en categorías juveniles hasta un nivel profesional en Europa.
Entrando en materia y como guatemalteco de nacimiento, lo cual me hace querer a Guatemala, con el tiempo he llegado a experimentar una gran decepción e impotencia sobre este tema, hasta aceptar el subdesarrollo, atraso y decadencia del fútbol en Guatemala. Esto me ha quitado el interés y seguimiento del fútbol nacional.
Esta aseveración de una realidad que está a la vista de todos me permito mencionarla y confirmarla con total autoridad, no solo por mi conocimiento técnico y práctico, sino también teórico del fútbol. El nivel del fútbol en Guatemala deja mucho que desear; es muy inferior a otras esferas de Latinoamérica, Norteamérica, Asia y, ni qué decir, Europa.
¿Cuáles son las razones por las cuales Guatemala “nunca” ha llegado a participar y clasificar a un mundial? Aquí la respuesta es muy sencilla y clara: la política cooptó el fútbol, y el deporte en general, con sus malas prácticas, igual que en los poderes del Estado. Allí se perdió la esencia y verdadera finalidad del desarrollo del fútbol.
Sí, también el fútbol se politizó, y las prioridades de la dirigencia manejada por el poder “no son desarrollar el fútbol”; son, como todo político y funcionario del Estado, saquear y despilfarrar los recursos a sus propios intereses particulares. Además, son víctimas de deudas políticas de poder.
Si analizamos la situación, la Federación de Fútbol de Guatemala (FEDEFUT) recibe financiamiento por parte de la FIFA y CONCACAF, y el aporte constitucional de la Confederación Deportiva Autónoma de Guatemala (CDAG), recursos supuestamente destinados a inversión y a cubrir costos del desarrollo del fútbol en Guatemala.
Sin embargo, los recursos en su mayoría no van a la inversión necesaria para desarrollar el fútbol. Los compromisos políticos del poder también tocan y son parte de la FEDEFUT, en donde la dirigencia es elegida no por votación democrática, sino por intereses del poder político. Hemos pensado: ¿por qué no privatizar el fútbol para invertir en su verdadero desarrollo?
La falta de recursos nunca debiera ser un problema si se manejaran adecuadamente los fondos de la FIFA, CONCACAF, CDAG ya establecidos o recursos privados, siempre que hubiera voluntad y transparencia para trabajar en “un proyecto de desarrollo integral de largo plazo”.
Aquí nos referimos a la inversión en un trabajo planificado para desarrollar un recurso humano infantil y juvenil en aspectos técnicos, físicos y mentales; la promoción y desarrollo de ligas inferiores con continuidad y de largo plazo hasta consolidar una liga mayor altamente competitiva.
Luego, en cuanto a infraestructura, inversión y desarrollo de estadios, esto se justificaría por la demanda de un público fanático que creyera y confiara en el fútbol y su liga, con patrocinios e importantes inversores.
Todo esto es una tarea de desarrollo integral de largo plazo. Pero, al igual que el Estado que no trabaja por el desarrollo del país, por un sistema desarrollado por una clase política con bases de malas prácticas, el fútbol también es parte del problema del sistema.
Es similar a que llegara un personaje íntegro y capaz a la Presidencia de la República de Guatemala; está con las manos atadas, no puede trabajar, porque el sistema enraizado de malas prácticas no lo permite. Igual han venido grandes entrenadores y no han logrado clasificar a Guatemala a un mundial.
“El problema no es el entrenador; carecemos de esas bases y nivel competitivo para el desarrollo y asegurar la continuidad…” En este momento, la selección ha mejorado; sin embargo, mañana se va el entrenador mexicano Luis Fernando Tena, que entiendo es de muy buen nivel competitivo, y se vuelve a desplomar todo.
España es el mejor ejemplo de desarrollo e inversión en el fútbol, estando actualmente en el nivel “top” del fútbol mundial, masculino y femenino.
Así que, señores: ¡arriba Guatemala! Esperemos que clasifiquen en esta oportunidad al mundial. Desafortunadamente, sería una excepción a la regla, porque, así como no somos un país ni siquiera en vías de desarrollo, el fútbol tampoco está en vías de desarrollo.
Carlos Rodas Minondo