La Guerra Cristera actual… continúa
Por Wendy Sandoval
El pasado fin de semana, los católicos conmemoramos a Cristo Rey del Universo y recordamos con mucha fe ese canto insignia de las batallas Cristeras, que marcaron la historia de todo un continente, aunque su epicentro fue en México. Sin embargo, el anticlericalismo se dejó sentir también en nuestro país.
La Guerra Cristera fue un conflicto armado en México que se prolongó desde 1926 hasta 1929. El presidente Plutarco Elías Calles promulgó una legislación anticlerical, por la cual los católicos debieron levantarse en armas para defender su fe, siendo miles de ellos encarcelados y ejecutados. Se estima que fueron 250 mil personas las que perdieron la vida en esa guerra en ambos bandos.
Hoy 98 años han pasado del inicio de esa batalla de fe y aunque nuestras constituciones defienden la libertad de credo y de culto, hoy mas que nunca permanece la Batalla Cristera en silencio, cuando de diferentes formas nos toca hacer presencia y defender el derecho a la vida desde su concepción hasta la muerte natural, pues en muchas de las constituciones de América y para muchos de los gobiernos de corte progresista-comunista, se ha convertido en supuesta política de “Salud” promover y legalizar el aborto que cada día asesina a miles de vidas inocentes.
La batalla Cristera continúa. cuando como padres nos toca estar pendientes de que a nuestros niños en las escuelas no los adoctrinen con ideologías antinatura. O les quieran normalizar lobbies o banderas de colores.
La batalla Cristera continúa, cuando nos toca como ciudadanos estar pendientes de las reformas solapadas que hacen a leyes de la juventud, la niñez y a nuestras constituciones tratando de introducir de forma diluida o disfrazada modas globalistas, anti-familia o que atentan con la libertad de los padres para educar a sus hijos, o la libertad para manifestar nuestra fe o nuestro credo.
La batalla Cristera continúa, cuando nos toca como ciudadanos estar pendientes de que nuestros gobernantes ateos no vendan nuestra fe, patria y soberanía a una agenda macabra, globalista que con colorcitos y dibujos no busca otra cosa que la implementación de sus “Objetivos” de pobreza y exterminio para nuestros países y el fin de nuestra soberanía bajo un “Orden Mundial”
Así que desde donde estemos, con nuestras oraciones, con nuestro ejemplo, con nuestra voz, con nuestras acciones, tenemos que estar conscientes de que la Guerra Cristera continúa y que todos daremos cuenta de lo que hicimos por detener el avance de este globalismo que quiere acabar con nuestra soberanía, nuestros pueblos, nuestra fe y nuestra familia. Pero sobre todo con nuestros niños.