La izquierda regresa al poder en Guatemala
Por Julio Abdel Aziz Valdez
Y bueno, si lo vemos desapasionadamente, la izquierda iba si o si luego de la primera vuelta, y con todo y los procesos legales que hay en marcha que tienen que dilucidarse, es claro que regresamos de nuevo a 1986 o mas bien al 2000 o al 2008. Bueno, ya son varios los que pintaron su discurso con los mismos calificativos: antioligarcas, anticorrupción, a favor del pueblo y demás.
Pues bien, comparto algunas inquietudes que surgen a partir de esta elección que creo que nos complejizan el contexto, así:
- Hubo anomalías en el proceso de legalización del partido, ahora oficialista, que deben aclararse. Los responsables deben ser procesados y castigados, de hallarse culpables. No hacerlo sería el preámbulo para iniciar un gobierno que aun cuando posee los votos, no tiene la legalidad. El voto jamás puede interpretarse como la justificación para la impunidad.
- Semilla optó por ir sólo a la segunda vuelta, más allá de que los militantes de los otros partidos de izquierda (entre ellos la ultra) finalmente sucumbieron a la versión burguesa de dicha izquierda. Es obvio que no pueden gobernar en soledad, y entonces tendrán que negociar una vez hayan tomado posesión y lo primero que se acordará, será que no vayan a incidir en la ingobernabilidad que les ha caracterizado.
- Las fisuras con la enorme comunidad evangélica están abiertas, y hay que cerrarlas, por lo que en primeros meses del nuevo gobierno van a tener que tomar la decisión de hacerle caso más a la intervención extranjera o a este sector de la población que finalmente conoció el beneficio de asociarse y hacer un frente común.
- Semilla no era ni es un partido con presencia a nivel nacional, una de sus prioridades será como sus antecesores, elevar la presencia a nivel nacional, eso pasa por aliarse con otros grupos minoritarios o bien hacerse de nuevas bases, y esto va a costar dinero, el que poseerán a manos llenas. Semilla no será una más de las expresiones de izquierda, será el referente de la izquierda, la que finalmente esta poniendo fin al clasismo e impone el progresismo como principio ideológico, el etnicismo y el feminismo tienen cabida, en tanto que son interseccionales.
- Y sonará a ironía, pero no lo es, concuerdo con lo dicho por una periodista en un medio electrónico, ahora dejará de haber listado Engel, amenazas del gobierno norteamericano, es más, la lucha será por cooptar de nuevo las cortes y en el mejor de los casos se perseguirá a los que en este tramo de las elecciones son considerados como enemigos acérrimos. La revolución globalista debe imponerse o no ser.
- Con todo el entusiasmo de los miles de activistas en las redes, que finalmente fueron un factor determinante en la elección, no se puede dejar a un lado que el voto determinante vino de quienes hasta hace menos de cinco meses creían en otros candidatos, o dicho con otras palabras, el voto para Semilla no es más que la respuesta emotiva del votante promedio, el mismo que actúa con ánimo en un momento y deplora en otro.
- Ahora sí, el periodismo militante finalmente demostró su falta completa de profesionalismo. Medios como Plaza Pública, Agencia Ocote, No Ficción, La Hora, Prensa Comunitaria entre otros a nivel nacional, además de CNN, BBC, DW, New York Times y France 24 a nivel internacional, sirvieron de cadena de transmisión de la propaganda de Semilla, lo que comprometerá su objetividad en dicho gobierno. Su actuar confirma además el entramado ideológico que priva en las políticas editoriales de dichos medios que prontamente hicieron causa común.
Hay dos hechos históricos que no debemos olvidar para que el fortalecido musculo mediático del ahora partido en el gobierno lo repita, la permisibilidad a las invasiones a la propiedad privada que sucedió durante el gobierno de Vinicio Cerezo y las movilizaciones masivas pagadas por el gobierno de Colom contra los que el señalaba de representantes de la burguesía que buscaban bajarlo de la presidencia aun cuando había un crimen sin resolver. Ambos hitos, además de los enormes actos de corrupción disfrazados de buenismo estatal, pueden conducir de la primavera al invierno político.