La democracia solo se defiende cumpliendo la ley
Hablar por hablar de democracia y de luchar contra la corrupción es muy fácil.
Constantemente escuchamos rebaños de politiqueros indignos, mentirosos y sin vergüenza, desgarrándose las vestiduras proclamando del diente al labio, estar en la primera línea de esa digna lucha.
Pero la democracia solo se defiende cumpliendo la ley y respetando nuestras instituciones y el pleno estado de derecho.
La ley no se retuerce a voluntad o conveniencia.
Lo ilegal no se convierte por arte de magia en legal.
La corrupción solo pueden combatirla quienes jamás han cometido un acto corrupto y pueden demostrarlo con hechos.
Todo esto es muy importante en el difícil momento que atraviesa la patria.
Para superar los problemas dentro del marco del Estado de Derecho, debemos todos actuar con cordura e inteligencia, pero sobre todo con firmeza para defender nuestros valores y principios fundamentales.
En el sistema democrático republicano en el cual queremos vivir no hay lugar para la mentira, el engaño, la hipocresía ni la demagogia.