La libertad del alma
Por Inés de Ibargüen
Pocos la entendemos. Toma años saber que no está en uno pero si está en uno empezar a descubrirla. Se pasa muchas veces la vida pensando que se conquistó pero sencillamente fue un deseo y no una realidad.
Libertad del alma. Requiere estudio, lectura profunda de las escrituras y de libros de santos que han pasado por experiencias similares y que a lo largo de sus vidas logran Esa Libertad del alma. Toma también mucho silencio. Quitarnos las bullas y tormentos interiores, dominarlos, redescubrirnos y saber que somos capaces de ver de una manera diferente y especial el día a día por mediocre que sea o monótono. Toca trascender los amores, los éxitos terrenales y el sabor de la vida.
Más allá, siempre más allá, es donde La Paz del alma espera a cada ser viviente, hijo del Altísimo y creado con una promesa que cumplir.