Fin del ‘Gallo’ Zamora en el Perú
Berit Knudsen
Denuncié la injerencia cubana en tiempos de Pedro Castillo y Vladimir Cerrón desde 2021. Los testimonios de dos exoficiales de inteligencia cubana, quienes trabajaron en distintos períodos y países con Carlos Rafael Zamora, avalaron las denuncias en 2023 contra el hoy exembajador de Cuba en Perú. Ambos exoficiales aseguraron que tanto Zamora como su esposa Maura Juan Pérez, son experimentados miembros de la inteligencia cubana.
En todos los países, los servicios de inteligencia recolectan información de seguridad nacional para salvaguardar sus intereses y tomar decisiones estratégicas. Aunque la inteligencia se confunde con “espías” y agentes encubiertos de películas o videojuegos operando en secreto, con falsas identidades.
Como máximo representante de Cuba en Perú, el exembajador debía fomentar las relaciones bilaterales, promover el diálogo y cooperación en temas de mutuo interés. Pero Carlos Rafael Zamora, oficial de alto rango de la inteligencia cubana, formado por la KGB en la Unión Soviética, utilizaba su cargo diplomático como “fachada”, con actividades encubiertas. Sus graves acciones violaron nuestra soberanía, interfiriendo en asuntos internos, abusando de la autoridad e inmunidad diplomática.
Conocido como “Gallo Zamora”, trabajó en Naciones Unidas; Ecuador (1984), acusado de sobornar a tres candidatos presidenciales en 1989; Panamá (1998), país con el que Cuba rompió rela ciones en 2004; Brasil (2009), mandato de Dilma Rousseff; El Salvador (2017) y Bolivia, durante el fraude electoral de Evo Morales en 2019.
Llega al Perú en 2021, cuando Pedro Castillo enfrentaba su primera vacancia, consumando una agenda de adoctrinamiento y proselitismo con instituciones estatales, grupos de base y diversas agrupaciones. La lista de organizaciones con las que Zamora mantuvo contacto en Perú es interminable. Sospechosas visitas a entidades estatales no fueron registradas en las páginas de transparencia.
Entre las pocas reuniones listadas existen tres largas citas con el entonces primer ministro Aníbal Torres, e intentaron borrar los registros de reuniones con Willy Huerta, exministro del Interior. Dos exoficiales de inteligencia confirmaron que Zamora y su esposa, Maura Juan Pérez, son importantes funcionarios del G-2 cubano. Aseguran que reportaba a los jefes de inteligencia en las misiones, recopilaba información clasificada, reclutaba, manejando agentes clandestinos.
Enrique García, oficial de inteligencia con 12 años de experiencia, trabajó con Zamora en Ecuador, fungiendo como representante del Ministerio de Comercio Exterior. García lo denunció en 1989 tras presenciar el soborno a tres candidatos electorales.
Orlando Brito Pestana, teniente coronel de inteligencia por 17 años, colaboró con Zamora en Panamá hasta 2002 como supuesto agregado comercial. Asegura que el cargo de embajador es una fachada, pues Zamora rendía cuentas diariamente a Alexis Frutos, jefe de inteligencia cubana en Panamá. Ambos exoficiales, a pesar de no conocerse, contaron las mismas experiencias sobre Zamora y su cercana relación, visitando su casa, departiendo con su esposa.
Los entonces 800 miembros de la inteligencia cubana se especializaban por regiones: García para América Latina, Brito en América del Norte y Canadá. Esta situación, que violaba las reglas del derecho internacional y el Convenio de Viena, fue denunciada por el congresista Ernesto Bustamante en 2021, sin despertar alarmas. Mi denuncia, con testimonios de primera fuente, tampoco.
Han tenido que pasar 5 años y 3 gobiernos para tomar con seriedad la manipulación, violación de nuestra soberanía y derecho internacional con ese personaje que desestabilizó al país.
Finalmente, el “Gallo Zamora” abandonó el Perú, pero es necesario prestar atención al próximo embajador que Cuba proponga, momento en el que podemos oponernos al intervencionismo cubano iniciado con Fidel Castro









