El mensaje navideño del rey español, alrededor del ruido mediático
Por MSc. Mario Mérida
En este primer artículo del 2025, comentaré para los lectores de este medio digital algunos párrafos del mensaje del Rey Felipe VI, que me parecieron relevantes por su coincidencia con lo que sucede en nuestro país.
Inicio aclarando, que no soy ni deseo ser súbdito español, pero, si atento seguidor de los medios y de los noticieros que se transmiten RTV (España), principalmente de los programas que analizan las decisiones políticas del gobierno y del rey. Así me enteré, de los actos de corrupción ocurridos durante la pandemia por el Ministros Avalos; las críticas dirigidas a los responsables de la toma de decisiones, para paliar la crisis provocada por la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA); el debate acerca de los migrantes africanos, los continuos intentos de independencia de Cataluña; el caso que se sigue en contra de la esposa de Pedro Sanches, presidente del gobierno de España, etcétera.
A continuación, comparto con los lectores algunos fragmentos del mensaje navideño del Rey Felipe VI de España, con el anímo de provocar alguna reflexión útil para caodyuvar a la gobernanza en nuestro país. Pués bien, S Quíles (RTV), arguye que el hilo conductor del mensaje estuvo centrado en la solidaridad para con los afectados de la DANA. En otra parte de su discurso el Rey reconoció “… el trabajo ingente de voluntarios anónimos y de servidores públicos, la solidaridad en su sentido más puro».
Asimismo, hizo hincapié en los efectos perniciosos de la conflictividad política, que atraviesa España, reclamando a los políticos “serenidad ante una contienda política legítima, pero en ocasiones atronadora» con una idea más destacada, la del bien común».
Finalmente, cito la reflexión del Rey sobre la coyuntura política española: «No podemos permitir que la discordia se convierta en un constante ruido -distractor- de fondo que impida escuchar el auténtico pulso de la ciudadanía, ha advertido el monarca en una posible referencia a la falta de acuerdo y diálogo entre el Gobierno y la oposición, y el creciente nivel de crispación política en los debates”.
En nuestro país ocurre algo parecido, con el ruido causado por el conflicto mediático entre el Presidente y la Fiscal General, las criticas a los diputados por el aumento salarial, el relevo tardio de funcionarios incompetentes y otros más, los cuales han desviado nuestra atención de otros asuntos importantes, como el impacto que ya esta causando el aumento al salario mínimo, el probable retorno masivo connacionales expulsados por el próximo gobierno estadounidense. Así, como el arribo de migrantes procedentes de Sur América, el Caribe y Africa.
A los distractores mediáticos (ruido) hay que agregar la alineación de comentarios, expresados por algunos personajes con la intención de enmarañar la realidad nacional. También, el silenciamiento de opiniones contrarias al discurso que se pretende imponer o la elaboración de noticias falsas, cuya intención final es que la población termine por preguntarse ¿A quién debo creer? o ¿Qué debo creer?
Y, cuando no existe una respuesta oportuna y veraz de los órganos oficiales o de los medios responsables, las personas son altamente susceptibles de manipulación por los agitadores, que viven del conflicto.
Frente al panorama descrito, es necesario acercanos a los medios de comunicación social mayormente conocidos por su veracidad y legalidad. Asimismo, acudir a las fuentes oficiales con la finalidad de analizr detenidamente las información que nos llega de las redes sociales. Es decir, la toma de desiciones surgirá de nuestro entendimiento de la sitacuión.
La situación futura requiere de una política de comunicación oficial, anticipativa y multimediática a fin de llegar a la mayoría de la población- Esto evitará que cualquier noticia falsa sirva de anclaje a conflictos latentes o de aquellos que surjan espontáneamente por la desinformación intencional.