Comentando sobre seguridad, un paso hacia el futuro próximo
La Seguridad Pública[1] es proporcionalmente responsabilidad de los organismos que conforman el Poder Público del Estado Guatemalteco (Titulo IV de la Constitución Política). Es decir, del Organismo Legislativo, Ejecutivo, Judicial e instituciones, como la Corte de Constitucionalidad y el Ministerio Público. Pero, principalmente del Ministerio de Gobernación[2], que encabeza el cumplimiento de los deberes del Estado Guatemalteco, en cuanto a garantizar a los habitantes de la república la vida, la libertad, la justicia, la seguridad, la paz y el desarrollo integral de la persona; bajo la responsabilidad constitucional del presidente de la República[3].
La Seguridad, tiene muchas definiciones y justificaciones técnicas, académicas e ideológicas, las que no pretendo desarrollar, sino plantear lo que está en boga actualmente, que es la Seguridad Ciudadana, como un modelo más de protección de ciudades.
Sobre el término seguridad ciudadana, existe más de una divergencia, para aclarar la sinonimia entre esta y la seguridad pública, cito a Recasens, A (2007)[4], que opina: “… hay que convenir que la inseguridad constituye una situación (y no un estado) sobre lo que no cabe establecer equilibrio alguno, y que no puede ser general ni duradera. Tendríamos que hablar entonces de inseguridad como de una situación (real o percibida) limitada en el tiempo y/o en el espacio en una sociedad determinada. Si la misma se mantiene en unos parámetros de aceptabilidad o de tolerancia social, el conflicto permanecerá latente pero no producirá crisis. Si, por el contrario, se producen puntos álgidos, estos deberán resolverse… De lo contrario se corre un alto riesgo de deterioro del tejido social y de deslizamiento hacia modelos no democráticos. De ahí la importancia de elaborar y aplicar las políticas públicas de seguridad acertadas”
Eficientar la seguridad conlleva inicialmente aceptar su redefinición histórica a partir de los cambios políticos mundiales y en consecuencia la reestructuración de los entes operativos y de formación, como lo son en el caso de nuestro país el Ministerio de Gobernación y la “escuela” de la policía nacional cuya transformación en una ACADEMIA DE FORMACIÓN DE OFICIALES DE POLICÍAS, es determinante.
La premisa anterior hace imperativo aceptar que seguridad, es la capacidad de dar respuesta efectiva a riesgos, amenazas -convencionales, emergentes o asimétricas-, vulnerabilidades; y a estar preparados para prevenirlos, contenerlos y enfrentarlos de forma profesional. Esto viene a consolidar la propuesta de la reformulación de la Academia, porque sólo con personal instruido en tareas policiales se podrán superarse las debilidades administrativas, de planificación y ejecución para la protección de la ciudadanía. Poniendo énfasis en que el fin último de la autoridad durante su accionar, es la preservación de la vida del delincuente, para presentarlos ante los tribunales.
Sin descuidar el diseño y ejecución de un plan concurrente, para prevenir, disuadir y actuar contra la delincuencia común y el crimen organizado. Además de un plan estratégico de comunicación, para reducir los niveles de desinformación y la percepción negativa del fracaso de la seguridad pública.
Es importante aclarar, que la narcoactividad es una expresión más del crimen organizado y no algo diferente. Esto nos lleva a citar a Brian Sullivan, quien le atribuye las siguientes características: 1. Jerarquía organizada y estable; 2. Intención de permanencia en el tiempo; 3. Utilización de la fuerza o intimidación; 4. Membresía restringida; 5. El lucro como fin primario; 6. Afianzamiento del grupo de la población a través de dadivas o amenazas; 7. Utilización de la corrupción, para lograr el apoyo de los agentes del Estado; 8. Monopolio de determinados servicios; 9.Trabajo delincuencial especializado; 10. Código secreto de relaciones y 11. Planes de largo plazo; que por cierto tiene una fuerte presencia en nuestro país.
Finalmente, hay que referirse brevemente sobre la inclusión reactiva del ejército en la seguridad, que resulta como lo mencionó Juan Rial, expositor en el seminario “EL DESAFÍO DE LAS RELACIONES CIVIL-MILITARES”, copatrocinado por CEM, ASIES, PEITHO. THE AMERICAN UNIVERSITY (1989), en el Centro de Estudios Militares (CEM), durante el cual expresó, que los ejércitos son como el “Alka Seltzer” -antiácido que se toma como analgésico por una intoxicación estomacal-. Es decir, sólo es un mitigador temporal.
Para que la participación del ejército guatemalteco sea eficiente, eficaz y obtener resultados sostenibles, en la prevención, contención y disuasión del crimen organizado y la delincuencia común, según lo establecido en la Constitución Política de la República (1985[5]); tiene que ampliar su estructura para atender la “seguridad interior”; mediante la creación de un Estado Mayor, capaz de responder conjuntamente con la Policía Nacional Civil, las acciones provenientes del crimen organizado y su compleja metamorfosis, capaz de articularse al interior de los Estados y a nivel, hasta constituirse en un enemigo de la humanidad.
El hecho de observar en calles y avenidas una demostración de fuerza representada por policías y soldados, provocará en la población confianza en que por fin, se está haciendo algo más que promesas.
[1] DECRETO 114-97 (Artículo 36), Ley del Organismo Ejecutivo: m) Elaborar y aplicar planes de seguridad pública y encargarse de todo lo relativo al mantenimiento del orden público y a la seguridad de las personas y de sus bienes; p) Elaborar y aplicar las políticas de inteligencia civil, y recabar y analizar información para combatir el crimen organizado y la delincuencia común, dentro del marco de la ley.
[2] Constitución Política de la República: Artículos 1, 2 y 3
[3] Constitución Política de la República: Artículo 183, literales b y d.
[4] Amadeu Recasens i Brunet. “La seguridad y sus políticas” Barcelona, España. Lo resaltado es del autor del presente artículo
[5] “ARTICULO 244.- Integración, organización y fines del Ejército. El Ejército de Guatemala, es una institución destinada a mantener la independencia, la soberanía y el honor de Guatemala, la integridad del territorio, la paz y la seguridad interior y exterior. Es único e indivisible, esencialmente profesional, apolítico, obediente y no deliberante. Está integrado por fuerzas de tierra, aire y mar. Su organización es jerárquica y se basa en los principios de disciplina y obediencia.
ARTICULO 245.- Prohibición de grupos armados ilegales. Es punible la organización y funcionamiento de grupos armados no regulados por las leyes de la República y sus reglamentos”.