Desarrollo del enfrentamiento armado interno (VII)
Cientos de ciudadanos, conforme se informaban de la amnistía decretada por el gobierno, se presentaron a los Comandos Militares para amnistiarse. Hubo un momento en que se creyó que esto sería el inicio de un gran y novedoso proceso de paz para los guatemaltecos, se tuvo que construir instalaciones para recibir, prestar atención médica y alimentar a los amnistiados.
Pero para el EGP, cuyas creencias prematuras de una victoria segura, “triunfalismo” que ellos mismos le llamaron, luego de los acontecimientos de Nicaragua y El Salvador, la emisión de una amnistía cayó como un balde de agua fría, esto destrozaba el discurso revolucionario y los argumentos para sostener una guerra de terror.
Cuándo no, los terroristas tuvieron noticias de los posibles acontecimientos, se apresuraron a elaborar una minuciosa autocrítica sobre las funciones de las aldeas ubicadas al norte de Quiché, jurisdicción de Santa María Nebaj, San Gaspar Chajul y San Juan Cotzal, como consecuencia de establecer la apatía de los campesinos para apoyar la Guerra Revolucionaria.
La Dirección Nacional del EGP y la Dirección del Frente Ho Chi Min (norte de Quiche) elaboraron el documento denominado La Autodefensa, en el cual critican la indiferencia de los campesinos e instruyen a sus Comités Clandestinos Locales (CCL) para que por medio de los Frentes Irregulares Locales (FIL) ejerciera una estrecha vigilancia y presión sobre aquellas personas reacias a colaborar en la conducción de la Guerra Revolucionaria, advirtiendo que fueran castigados con la mayor severidad mediante juicios revolucionarios para sentar precedentes.
También instruyeron a que TODOS debían participar en las misiones de Guerra, mujeres, ancianos y niños cumplirían misiones de observación al movimiento de unidades del Ejército, informar de ello a los Comités Clandestinos Locales (que tomaron a su cargo las funciones de la autoridad legalmente constituida al asesinar alcaldes, Comisionados Militares y sus ayudantes), aportar para la logística de la guerrilla y montar emboscadas con minas claymore contra patrullas militares, encargándose de rematar a machete a los soldados sobrevivientes y robar todas sus pertenencias.
El verdadero temor del EGP consistía en que el Ejército contactara a las poblaciones rurales para comunicarles la Amnistía pronunciada por el gobierno, porque eso les dejaría sin el sustento de las masas de campesinos que soñaban alzar en armas para la tomar el poder político y económico de la nación.
Por lo tanto, tomaron la decisión de imponer elementos que limitaran el acceso de las unidades militares a los campesinos.
El 10 de mayo de 1982, vestidos con uniformes robados a los soldados asesinados con minas Claymore, asesinaron a más de cincuenta personas (hombres mujeres, ancianos y niños) en la aldea Salacuin, para sentar un precedente.
El 12 de junio de 1982, vestidos también con uniformes de soldados caídos en emboscadas, asesinaron a los hombres, mujeres, ancianos y niños de la aldea Chel, así continuaron la matanza endilgándole al Ejército los hechos para meterle miedo a los campesinos y que huyeran ante la presencia de militares en la proximidad de sus aldeas, para luego colocar minas quita pie en su probable ruta.
Después del mensaje reconciliador del gobierno, ofreciendo una amnistía general para que los alzados se incorporaran a la participación política legal sin temor a ser perseguidos penalmente, cuya negación elaborada por sus propios adláteres en 1945 fue la causa de su lucha, y habiendo respondido los dirigentes (desde hoteles de cinco estrellas en México) con tal soberbia y salvajismo su decisión de continuar el terrorismo, el gobierno de la República puso en marcha sus elementos y nombró un Estado Mayor Especial para que analizara la situación política, económica, militar y geográfica de la República de Guatemala y elaborará, en base a sus conclusiones, un Plan de Campaña que involucrase a TODOS los organismos de Estado en la probable solución a los problemas que representaba la falta de atención a las necesidades mínimas de la población, falta de seguridad por la amenaza de los alzados en armas y falta de oportunidades a la población en la búsqueda del bien común.
Concluido el Plan de Campaña, que es para toda la República y no es una Orden de Operaciones ni un Plan de Ataque, se le denominó VICTORIA 82.
(Continuará)
Coronel de Ingenieros DEM
Cecilio A Peláez Morales