Cambiemos el cartón de lotería por una verdadera boleta electoral
El Campechano, un ciudadano de a pie
El Padrón Electoral 2023 es de 9.3 millones(M) de ciudadanos que podían ir a votar y sólo llegaron 4.2 millones (M). Más de 1 millón ni se molestó en empadronarse y la mitad de la población es menor de edad.
El que ganó la contienda obtuvo 2.4 M de votos y el contrincante obtuvo 1.5 M. Algo que debemos tomar en cuenta es que somos 20 millones de guatemaltecos: 17.2 M vivimos en el país y 2.8 M viven en EUA (según Cancillería). Por lo tanto, 1 de cada 10 guatemaltecos votó por Semilla. Claro que los niños no eligen (aunque sí votan) pero, como guatemaltecos, se ven afectados por los resultados.
Creo que algunos de los que votaron por SEMILLA fue porque no los conocen, pero ofrecen limpiar la corrupción y la población está harta de ella; porque creen que se permitirá una mayor libertad, aunque se pueda volver libertinaje, o porque su rechazo a Sandra viene del fondo del corazón y de la razón.
Los que votaron por Sandra podrían ser su base partidista o los que conocen el daño de la agenda del siglo y las desgracias que conlleva así que votaron para evitar que ésta se imponga.
No volvamos a permitir que nos impongan candidatos que acorralen al pueblo “a votar en contra de ellos». El Tribunal Supremo Electoral debe volver a ser integrado por profesionales íntegros. Una nueva Ley Electoral y de Partidos Políticos (LEPP) nos urge. No quitemos el dedo de la herida hasta que sea sanada.
Es deber cívico, de todos los días del año, tanto en casa como en la escuela, forjar civismo, forjar líderes de tiempo completo. Que ser político sea una carrera de respeto y a tiempo completo.
En las sociedades que comprenden el concepto de la división del trabajo, tienen albañiles, alfareros, abogados, agricultores, carpinteros, contadores, constructores, maestros, ingenieros, amas de casa y políticos, entre otros, que hacen su trabajo a tiempo completo.
Promovamos la creación de verdaderos políticos que entiendan que un Partido Político es el que aglutina a las personas con «las mismas ideologías y valores» y que sus miembros se preparan para debatir y defender sus ideas en beneficio de los afiliados. En el que se realizan primarias para que el escogido sea quien represente al resto de afiliados en una elección.
Así acabaremos con la farsa de Partidos de hoy que se aglutinan alrededor de un cacique y no de un ideal, una meta, un proyecto de país. No más club social politiquero de los que aparecen cada elección.
Apoyemos para que en los caseríos, aldeas, municipios, departamentos y país se reconozca el recto andar de muchos de sus ciudadanos y que de allí surjan los líderes, estadistas, que apoyen y promuevan nuestros valores, los 365 días del año. Que de allí se formen las bases de los nuevos partidos políticos, con ideología definida y en donde se defina los valores que se van a defender.
Si se establece la función de los individuos en la sociedad, la función del Estado o la intromisión que estamos dispuestos a otorgar a nuestros gobernantes; si se establece el tipo de economía que se va a promover, estaríamos definiendo la ideología de dos o tres partidos políticos nuevos, definidos y que trabajen todo el año, promoviendo sus ideales y haciendo oposición cuando no sean mayoría gobernando.
Entonces, estaríamos promoviendo la vida republicana de nuestro país y tendríamos elecciones democráticas cada cuatro años, en un ambiente de debate y aprendizaje. Los ciudadanos estaríamos permanentemente informados y se haría un verdadero contrapeso cuando el partido gobernante se quiera pasar de listo, aumentando la burocracia, por ejemplo, o cuando no estén cumpliendo el mandato del pueblo que los eligió.
Cambiemos el cartón de lotería por una verdadera boleta electoral en la que la oferta sea reducida pero capaz.