51 mil razones para afirmar que el problema es la captura del Estado
Por Julio Abdel Aziz Valdez
Se decretaron un aumento salarial: el equivalente al salario de un CEO de una empresa con miles de colaboradores, o el equivalente al salario de un profesional de alta graduación con 3 o 5 idiomas, con maestrías y doctorado. En fin, no haremos la conversión de la cantidad de salarios mínimos, o con el número de pensiones para jubilados del IGSS o de personas de la 3era edad si cobertura.
El problema, más allá de este juego de comparaciones es que estos señores tienen la capacidad de poder auto aumentarse el salario a su sabor y antojo. Dicho salario no depende del grado de cualificación ni de la productividad media, no digamos del grado de aumento de la inflación, que por cierto fue un criterio para elevar el salario mínimo. No, el criterio es que simplemente creen que por su condición de ser elegidos se merecen más, eso sin contar con el dinero para asesores, seguridad si se es de la junta directiva, viáticos si van de viaje y demás.
Nuevamente, podríamos hacer la relación entre el costo de tener este organismo tan caro con políticos versus el nivel de inversión productiva que este mismo Estado hace en mantener carreteras en buen estado, el sistema educativo y el de salud al menos funcionando, pero mejor vayamos a otro extremo, y es que el funcionario público elegido, como es el caso de los alcaldes municipales puede definir cuanto es su salario y, esto obviamente contradice toda lógica económica,
A ver, el ejemplo de que un profesional determina la tarifa que habrá de cobrar por un servicio está determinada por las calidades de este, junto con el número de profesionales que den el mismo servicio más o menos caro.
Si estos diputados han demostrado su rapacidad y falta completa de empatía con la población que dicen representar, en especial aquellos que usaron el estribillo del combate a la corrupción como es el caso de todos los diputados de Semilla, lo que nos demuestra es que el problema reside en el poder que el político mismo se adjudica.
Les pongo como ejemplo el aumento al salario mínimo que estos diputados decretaron el año pasado y, que está perjudicando a los que generan empleo precisamente y los desempleados, para decretar este aumento usaron la lógica inflacionaria, pregunto a todos ¿acaso la determinación del salario de los diputados sigue esta misma lógica?
La respuesta es NO. Menos aún el aumento. La determinación de su salario es para evitar corrupción: no ser comprados por personas ajenas con intereses económicos; para pagar en parte la inversión realizada en las campañas que precisamente los llevaron a la curul o darle una especie de empujón a la movilidad social que los diputados exigen cuando llegan a esos puestos.
O sea, a sabiendas de que sus puestos dependen de los vaivenes políticos y no de su productividad entonces la idea es que puedan extraer el máximo beneficio para asegurarse un futuro holgado; esto no tiene nada que ver con ideologías es simplemente interés económico.
Entonces, ¿por qué seguir creyendo en discursos de campaña que los políticos repiten cada 4 años?