El presidente de Corea del Sur rechaza la dimisión del jefe del Ejército para garantizar la estabilidad
Un comandante sugirió utilizar granadas de humo y pistolas eléctricas durante el asalto al Parlamento.
Por dpa/EP
El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, ha rechazado este jueves la dimisión del jefe del Ejército, Park An Soo, al que ha pedido que «se entregue a la misión de proteger» al país ante el aumento de la tensión y la inestabilidad en la región.
La Presidencia surcoreana ha indicado en un comunicado que la renuncia ha sido rechazada de momento a pesar de que Park se encontraba al frente de las Fuerzas Armadas en la polémica noche del martes, después de que el mandatario anunciara la ley marcial, que fue posteriormente revocada por un Parlamento de mayoría opositora.
Desde la Casa Azul han indicado que el «presidente juzga necesario mantener al militar en su cargo para lograr que las operaciones militares se desarrollen con la debida estabilidad bajo la grave situación de seguridad actual». En este sentido, le ha pedido que siga desempeñando su papel debidamente.
El propio Park ha declarado este mismo jueves ante la Comisión de Defensa de la Asamblea Nacional, donde anunció que había hecho entrega de una carta de dimisión a Kim Yong Hyun, ahora exministro de Defensa, antes de que este dejara el cargo y se responsabilizara del caos registrado durante los dos últimos días.
Granadas de humo y pistolas eléctricas
Durante su comparecencia, el jefe del Ejército ha indicado que el comandante Kwak Jong Geun, encargado de acciones especiales de guerra, había propuesto hacer uso de granadas de humo y pistolas eléctricas durante el breve asalto al Parlamento.
Así, ha descrito un ambiente de máxima tensión durante las polémicas seis horas desde la declaración de la ley marcial hasta su revocación. Tal y como ha señalado, fue el entonces ministro de DEfensa el que «encabezó todos los procesos necesarios para que se pusiera en marcha lo decretado», lo que incluye el despliegue de tropas en la sede legislativa.
Park ha argumentado que, después de que se propusiera el uso de este tipo de armas de disuasión, varios altos cargos decidieron bloquear esta medida para evitar un aumento de la violencia y la tensión en las calles, según informaciones recogidas por la agencia surcoreana de noticias Yonhap.
Asimismo, ha indicado que el propio presidente visitó la sala de control del Mando Conjunto de las Fuerzas Armadas pasadas las 13.00 (hora local) del miércoles, después de que el Parlamento hubiera revocado ya la medida.