Arévalo y la patética desesperación por caerle en gracia a Marco Rubio
En su cuenta de X, Bernardo Arévalo escribió:
«A nuestros migrantes en EE.UU.: No están solos. Guatemala, su hogar, los espera. Con el Plan Retorno al Hogar, garantizamos su regreso digno y con oportunidades, porque el pueblo digno es primero».
Más allá de que el mensaje contiene la demagogia más básica, ya que ofrece «oportunidades» a gente que se fue como ilegal precisamente por la falta de estas, en este momento de la administración Arévalo, está claro que los planes propuestos por su gobierno quedan en «planes» y que miente sin recato.
Miente al afirmar que en Guatemala existen «oportunidades» para los deportados por migración ilegal, ya que en su mayoría se trata de personas sin ninguna preparación técnica o profesional. Y si el desempleo y subempleo campean entre profesionales y técnicos, no digamos entre quienes no estudiaron y migraron porque en EE.UU., limpiar ventanas o cuidar niños puede dar ingresos decorosos.
Esto no sucede en Guatemala, pero además no hay instalado ningún proyecto de capacitación para mano de obra no calificada (excepto el INTECAP) y mucho menos, un mercado laboral que ofrezca los mismos sueldos que los deportados ganaban en EE.UU.
De tan ramplona, la mentira que apareció en la cuenta de X de Arévalo resulta conmovedora, porque evidencia la patética necesidad de congraciarse con el nuevo Secretario de Estado, Marco Rubio, quien con su advertencia al panameño José Mulino, logró que este desistiera de renovar el acuerdo de entendimiento con China en el marco de la Ruta de la Seda.
Con esto, se reducirá significativamente la influencia china en Panamá, y aunque Mulino afirmó: «el canal no se negocia», es probable que se hayan negociado los puertos ubicados a los lados del canal, además de control de paso de ilegales a través del Darién e información de inteligencia sobre lavado de dinero y crimen organizado.
Similar agenda tendrá Rubio en Guatemala, donde según Arévalo discutirán:
Colaboración en el manejo de deportados (Arévalo les dice retornados); combate al tráfico transnacional (tema en que destaca la labor del MP); seguridad fronteriza y «generar condiciones de desarrollo a través del comercio». Este último punto más parece otro de tantos pronunciamientos demagógicos, ya que en este momento, la prioridad estadounidense es poner fin al enorme flujo de migrantes ilegales y reducir la influencia china en la región, no promover desarrollo en los países que le mandan migrantes.
En este momento, Rubio se encuentra en El Salvador, mientras Arévalo seguramente cuenta los minutos nerviosamente, ya que al parecer, con el cierre temporal de USAID y la depuración de izquierdistas que realiza Donald Trump en su gobierno, el aval gringo a la «nueva primavera» parece muy débil.
Esto, aunque Rubio haya dado un espaldarazo a la «elección democrática» de Arévalo, cuando recién asumía, y probablemente influenciado por lobbistas chapines. Pero ahora, si la prioridad estadounidense es fortalecer a su propio país, seguramente se abstendrán de intervenir en Guatemala para asuntos que no son de su interés y dejarán que el MP concluya sus investigaciones sobre el caso Corrupción Semilla.