A 14 días de bloqueos, desinformación y «tensa calma» dominan el ambiente
Catorce días después de iniciados los bloqueos, luego de que Semilla convocara a manifestaciones masivas para pedir la renuncia de Consuelo Porras y otros funcionarios judiciales, comunitarios de Chimaltenango anunciaron la desocupación de la hidroeléctrica Xayá Pixcayá, tomada algunos días ante la inacción de las autoridades, que solo actuaron después de que la Corte de Constitucionalidad ordenara la acción, bajo pena de iniciar destituciones de los funcionarios responsables.
Los bloqueos disminuyeron drásticamente, si bien algunos permanecen por el momento. Un dato que llama la atención es que en varios puntos, los vecinos desalojaron a los que les obstruyeron el paso varios días, con pérdidas incalculables para la economía, saldo que seguramente repercutirá no solo en la economía campesina sino en todos los aspectos de la vida nacional y ya se refleja en el incremento de precios.
Entretanto, los grandes responsables: Alejandro Giammattei, cuyo mandato lo obliga a mantener el orden y la gobernabilidad, y Bernardo Arévalo, cuyos diputados (electos y reelectos), fueron ostensiblemente articuladores y participantes entusiastas en los bloqueos, toman distancia del caos y desastre, buscando transferir la responsabilidad a los 48 Cantones, que con este intento de revolución fallido, se constituyen, no solo en blanco del rechazo popular, sino en un importante actor político, en caso de que Giammattei les cumpla instalando una mesa de diálogo.
A la desaparición de los atropellos contra la ciudadanía trabajadora que aparentemente ya no tiene la amenaza de sobrevivir en una ciudad literalmente sitiada, se suma una serie de bulos e informaciones imprecisas, divulgadas no solo en redes sociales y chats, sino incluso en medios informativos.
Al parecer, del terrorismo focalizado en bloqueos y tomas de infraestructura estratégica, se pasó a la guerra psicológica y alguno de los actores interesados lanzó el rumor del golpe de Estado, tema siempre latente en Guatemala. Paralelamente, tambores de guerra suenan con los anuncios de hasta 54 mil supuestos veteranos del Ejército, quienes muy probablemente no sean veteranos del conflicto ni militares de carrera, pero cuya presencia fue patente en la quema del Congreso en 2021.
Todos estos bulos y rumores, llevaron a la opinión pública a una «tensa calma», a la espera de que los acontecimientos se resuelvan y ante la virtual desaparición de los principales actores, si bien el tercero y probablemente más decisivo e importante: la embajada estadounidense, apareció en redes, gracias a fotografías que muestran a dirigentes de los 48 Cantones con la ex ministra Lucrecia Teleguario, hoy asesora para pueblos indígenas de USAID, conversando en el parqueo de la embajada estadounidense, lo que da muy mala imagen a esa sede diplomática, al vincularla con hechos terroristas en el país.
El momento decisivo de esta lamentable coyuntura será la reunión entre funcionarios del Ministerio Público que permanecen sin poder entrar a sus oficinas, y los representantes indígenas que bloquearon dichas oficinas todos estos días, con el apoyo esporádico de estudiantes universitarios, vecinos y hasta vedettes de la ONG Reinas de la Noche OTRANS, que agrupa a transexuales que ejercen la prostitución en la zona uno de la capital.
Sea que los bloqueadores terminen de replegarse y las autoridades cumplan finalmente la orden de la CC en cuanto a «manifestar sin obstruir el derecho a la locomoción», o que los agentes del MP tengan nuevamente acceso a sus instalaciones gracias a la anunciada reunión, se espera que esta semana el paso de quienes trabajan en el MP estará libre y podrán concluir la investigación que, según algunas opiniones, originó todo este desbarajuste nacional: los delitos electorales atribuidos al TSE en la primera vuelta y compra de sistema sobrevalorado, pero también las firmas falsas que opacan la inscripción de Semilla en 2019. Otro asunto pendiente de resolverse es si la Corte Suprema de Justicia decide mandar los antejuicios contra los magistrados electorales al Congreso o da por cerrado el asunto, garantizando la inmunidad de estos magistrados.
Si el MP divulga la investigación, el panorama se tornará oscuro para los magistrados del TSE, pero también para Semilla, que por orden judicial refrendada por la CC, permanece sin personería jurídica. Esta semana será decisiva para Guatemala, aunque los actores y articuladores del caos, se mantienen en un conveniente silencio y tratan de pasar desapercibidos, caminando de puntillas entre los escombros de la economía provocados por el intento de impedir que el adalid de la lucha contra la corrupción sea investigado.