Cinco mitos y narrativas sobre el caso Corrupción Semilla
La fiscal de la FECI a cargo del caso Corrupción Semilla, Leonor Morales, tiene mucho qué decir sobre el tema. Especialmente, porque el jueves se levantó parcialmente la reserva de este caso que constituye la crónica de una infamia ejecutada por un comité pro formación de partido, coludido con empleados del ente electoral, trama que posteriormente involucró a muchos otros funcionarios y políticos, algunos de ellos con derecho de antejuicio.
Redacción
Mito número 1: la cancelación de Semilla se basó en el artículo 82 de la Ley Contra la Delincuencia Organizada
Este artículo de la normativa citada es uno de los que sustentaron la suspensión del comité pro formación y luego, partido Movimiento Semilla, reconoce la fiscal. Sin embargo, considera que Semilla tiene una asesoría legal deficiente y por algún motivo, se empecinan en afirmar que la reforma de este artículo logrará levantar la medida judicial.
Esto es falso, ya que, en primer lugar, la ley no es retroactiva y los delitos se cometieron antes de la reforma, sancionada hace unas horas por Bernardo Arévalo, quien según dijo en televisión la diputada Andrea Reyes, todavía es secretario general de Semilla, lo que sería ilegal ya que el presidente no puede dirigir una organización política.
Además, la cancelación se basa en otras leyes, entre estas: Códigos Penal, Procesal Penal, Civil y Mercantil.
Mito número 2: TSE es el único que puede cancelar partidos políticos según LEPP
Falso. En el caso Corrupción Semilla no se investigaron delitos de orden electoral sino penales. Por esto, no se aplicó la Ley Electoral y de Partidos Políticos, que se enfoca en delitos administrativos de los partidos.
En el caso Corrupción Semilla, empleados del Tribunal Supremo Electoral (TSE), se coludieron con el comité pro formación para legitimar hojas de adhesión que posteriormente se demostró fueron alteradas: 5,000 afiliados sin nombre o DPI; 2,300 nombres que no coinciden con el documento de identificación y 50 personas fallecidas antes de 2018.
Entre los testigos del caso Corrupción Semilla hay por lo menos 20 trabajadores del TSE.
Mito número 3: Corrupción Semilla es un caso estancado
Por el momento, hay sentencias condenatorias firmes; beneficiados con medidas despenalizadoras y acusados que aceptaron cargos. Entre los sindicados están Ligia Hernández, quien aceptó cargos; el ex secretario de Finanzas de Semilla y empleados del TSE. Pero el ente electoral no es sujeto procesal, explica Morales.
Los involucrados desde el TSE omitieron denunciar y evidenciar todas las irregularidades en las actas de constitución, y una de las excusas que se dieron para justificar esto fue que “no son peritos grafólogos”.
Los antejuicios que el MP solicitó contra Arévalo y Samuel Pérez permanecen en el Organismo Judicial.
Mito número 4: los magistrados son perseguidos por “golpistas”
Entre la narrativa que rodea este caso, se presenta a los magistrados del TSE electos en 2020 como víctimas de “golpistas”. La realidad es que estos magistrados realizaron una defensa oficiosa del partido Semilla cuando luego de la primera suspensión provisional, y se realizaron allanamientos en 2023, interpusieron un recurso de amparo a favor del referido grupo.
Además, convocaron conferencia de prensa, argumentando que la ley no permitía suspender un partido durante el proceso electoral. Sin embargo, el partido Prosperidad Ciudadana fue suspendido en ese período.
Al momento, llevan 11 amparos y otras medidas para la defensa del partido Semilla, al que se negaron a suspender con diversidad de argucias y acciones. Finalmente, el 6 de diciembre recién pasado, el registrador del TSE acató la orden del juez y anotó la inscripción. Aunque en la Corte de Apelaciones hay un recurso de amparo pendiente, este es exactamente igual al que los abogados de Semilla enviaron a la Corte de Constitucionalidad (CC), que ya lo denegó.
Lejos de ser víctimas de un complot ultraderechista, cuatro de los cinco magistrados titulares enfrentan un proceso judicial por la compra irregular del TREP (a cargo de otra fiscalía).
Los magistrados Irma Palencia, Gabriel Aguilera, Rafael Rojas y Mynor Franco, perdieron la inmunidad hace un año, mientras Blanca Alfaro y los magistrados suplentes obtuvieron un amparo provisional que logró detener el proceso. Actualmente presidente, Blanca Alfaro ya extralimitó su período de mandato, que por ley dura un año.
Mito número 5: Corrupción Semilla es un caso montado por los golpistas
Además de la forma evidente y burda en que miles de nombres aparecieron como afiliados al comité pro formación del Movimiento Semilla, existen pruebas de datos “pre cargados” en el sistema de cómputo, afirma la fiscal.
Sumado a ello, la Intendencia de Verificación Especial (IVE), de la Superintendencia de Bancos, emitió alerta cuando detectó movimientos inusuales y transacciones sospechosas en la cuenta del partido. De esto hubo tres reportes, de parte de una entidad que no tiene ningún interés político en el caso.
Entre otras falsedades, luego del allanamiento en el que el MP solicitó el padrón electoral al TSE, la magistrada Alfaro “mal informó” a la población sobre esto, dando a entender que el MP podría hacer uso indebido de la información. Esto, a sabiendas de que no se trata de datos sensibles sino públicos. “Cualquier ciudadano puede solicitarlo”, afirma Morales.
La narrativa y mitología en torno al caso Corrupción Semilla está finamente hilada y orquestada por grupos muy poderosos. Para empezar, el gobierno actual que además del Ejecutivo, logró “cautivar” al Congreso de la República.
Pero más allá, está un andamiaje comunicacional que se extiende más allá de las fronteras, donde personajes turbios actúan como cajas de resonancia y difunden en redes injurias, amenazas y datos personales de los funcionarios que en cumplimiento de su trabajo investigan este caso.
Y finalmente, las manos no tan invisibles de “la embajada” y “organismos internacionales”, quienes usan los recursos de contribuyentes en sus países de origen, para sostener un gobierno que se impuso con métodos poco convencionales.