Promesas incumplidas de Arévalo
A punto de alcanzar los dos meses como presidente, Bernardo Arévalo enfrenta cuestionamientos por incumplir tres compromisos que aseguró llevaría a cabo tan pronto asumiera el cargo. Entre ellos, reducir su salario.
Redacción
Tres de las promesas de campaña de Bernardo Arévalo han quedado en suspenso a casi dos meses de su presidencia.
El compromiso de reducir su salario tampoco se ha materializado, a pesar de reiteradas afirmaciones de que anunciaría un «nuevo salario presidencial» posiblemente en mayo.
La prometida reducción salarial, anunciada con pompa, aún se encuentra en un estado de incertidumbre. Actualmente, el presidente percibe un sueldo que supera los Q148 mil, mientras que los ministros reciben salarios que oscilan entre Q35 mil y Q70 mil.
Mientras que la declaración pública de su patrimonio, aunque anunciada con entusiasmo, sigue siendo un misterio sin fecha de revelación.
En relación a la Fiscal General, Consuelo Porras, Arévalo ha evadido tomar medidas concretas, a pesar de haber anunciado durante la campaña y como presidente electo que le pediría su renuncia. Aunque se menciona la intención de tomar acciones, hasta ahora no ha formulado una solicitud oficial.
La explicación de Arévalo sobre las demoras, atribuyéndolas a preocupaciones de seguridad y evaluaciones en curso, plantea dudas sobre la verdadera voluntad de cumplir con sus compromisos. Estos incumplimientos se suman a las preguntas sobre la autenticidad de sus promesas y su compromiso con la transparencia y la responsabilidad gubernamental.