Inacción institucional, la complicidad con el delito, y la confirmación norteamericana
Inacción institucional, la complicidad con el delito, y la confirmación norteamericana
Por Julio Abdel Aziz Valdez
Se capturó y liberó al exministro de Gobernación, acusado por un delito en extremo raro. Esto nunca ha sucedido en Guatemala y creo que en ninguna parte: por inactividad en su mandato. O sea se le contrato por hacer algo que luego se negó a hacer, eso confirmaría dos cosas, la primera grave que era incapaz de cumplir su función.
Eso dice mucho sobre la estupidez de su empleador, en este caso el gobernante de turno. La segunda, gravísima, es que el Subsecretario de Asuntos Hemisféricos de EEUU, Brian Nichols confirmó que el ex funcionario estuvo comprado por el gobierno norteamericano.
¿Cómo sabemos esto? ¡Porque Nichols lo está defendiendo, así de sencillo! La inacción del ministro rindió frutos, el partido Semilla y el ahora flamante presidente, lograron no solo presionar para que al final tomaran posesión de sus cargos el pasado 14 de enero, sino que se mostraron ante la opinión internacional, al parecer la única opinión que vale la pena, como víctimas de intereses oscuros.
Hay que recordar en este punto que todos los ministros de Gobernación, desde que inició la lucha contra el narcotráfico y luego la lucha contra el terrorismo, son funcionarios que deben tener el visto bueno del Departamento de Estado a través de la embajada local. No es de extrañar que el ahora cuestionado y pronto convertido en héroe, de repente cruzara los brazos y con ello terminó por minar la ejecución de la legislación nacional, pero, ¿Qué se puede esperar si el nuevo gobierno proviene de un concurso de actos ilegales aplaudidos por la misma representación diplomática?
Los bloqueos en carreteras y calles en Guatemala en octubre del 2023 fueron, cuando poco, aberrantes, porque se hicieron en completa impunidad. Es más, los lideres de aquellos actos se movilizaban cual Pedro por su casa y se sentaban en mesas de diálogo blandiendo sendos bastones sin mas valor que el barniz que se usó para darles brillo. Ningún delincuente devenido en líder autonombrado fue puesto a disposición de tribunales y menos aún, disueltas tales demostraciones violentas de discursos políticos.
Lo que sucedió en Guatemala es el guion probado de lo sucedido en Chile hace ya años. Se generó una conflictividad social artificialmente para justificar las demandas de los que ahora se hacen con el poder en forma ilegal. Claro, la embajada norteamericana usando el viejo manual de la CIA puso el dinero en las manos adecuadas, y luego simplemente ordenó a “su hombre de adentro” que no hiciera nada, y sin más dilación, el ministro ordenó el acuartelamiento.
En época de guerra esto era un acto de alta traición a la patria, pero en este caso es un delito. Sin embargo, el ex funcionario no deberá temer, y es que tanto sus bienes como su nombre habrán de ser limpiados por el nuevo presidente, no me extrañaría que en unos meses sea contratado como asesor o que reciba cualquier otro premio, además de la consabida visa para disfrutar las mieles del consumo en el Norte.
Si las acciones de Estado se hacen en función de los intereses del gobierno norteamericano, como se prevé en el próximo gobierno, no se puede considerar traición. Al contrario, es ahí cuando los eslóganes de propaganda sirven mucho, la llamada Nueva Primavera es lo que hace y dice la izquierda oficial con la anuencia de los Estados Unidos. De ahora en adelante, la narrativa oficial habrá de convertir los bloqueos que el Estado no impidió en la resistencia que hizo posible la toma de posesión del presidente. Claro, esto tendrá un pago correspondiente como amerita. No puede haber ministerios para los “pueblos”, porque ellos mismos saben que esto es una invención delirante que intenta justificar los privilegios para una reducida pero muy bulliciosa casta de intelectuales indígenas de salón.
De no concretarse las acusaciones contra el exministro, estaremos de nuevo frente a la destrucción de la institucionalidad del Estado, lo que realmente pretendían desde un inicio.