Simión Palax acusó sin pruebas al diputado sololateco Allan Rodríguez
Líder de los bloqueos que provocaron hambre y escasez entre la población sololateca y afectaron a todo el país, el alcalde indígena de Sololá, Simión Palax, asegura que el diputado Allan Rodríguez ofrece «medio millón de quetzales» a los diputados, por votos para lograr el control del Congreso. Con su declaración, el líder comunitario, quien por no ser funcionario no goza de antejuicio, podría incurrir en un grave delito y ser llevado a tribunales por el legislador.
Redacción
Los antecedentes y contexto de la acusación que el dirigente local lanzó con suma ligereza contra el legislador permiten ubicar «quién es quién» en esta situación. Para empezar, ambos son sololatecos, con la diferencia de que Rodríguez es un dignatario de la nación, diputado que ya presidió el Congreso y goza de inmunidad por el derecho de antejuicio. En 2023, fue reelecto con más de 45 mil votos, como diputado distrital de Sololá.
Como diputado oficialista, presidió el Congreso y como representante de Sololá, tuvo participación en varios proyectos relacionados con el departamento, además de que constantemente recibe a visitantes de municipios sololatecos, quienes le llegan a plantear diferentes problemáticas.
Simión Palax es un técnico en administración de proyectos, quien participó en el Consejo Comunitario de Desarrollo (COCODE) y Comité de Caminos y Aguas del caserío Vasconcelos. Su participación política es a nivel de desarrollo local, si bien durante los bloqueos del llamado «Octubre negro», jugó un papel de líder totalitario en Sololá, donde los comerciantes fueron chantajeados, amenazados y se les extorsionó a pagar dinero al COCODE si no querían participar. Todo esto está documentado y más de un sololateco lo denunció públicamente.
Fue nombrado alcalde indígena de Sololá con dos mil votos y es de enfatizar que dicha representación política se circunscribe exclusivamente al ámbito local y de mejoramiento municipal (similar a un comité de vecinos de la capital). Los alcaldes indígenas no tienen representación institucional en el gobierno central y tradicionalmente, desde que las alcaldías indígenas se fundaron durante la Colonia, su administración es ad honorem y de servicio por un año a la comunidad en la que habitan.
De forma insólita, Palax acusa a Rodríguez de sobornar diputados, sin más prueba que «una fuente que tengo». Es decir, el dirigente comunitario que no tiene antejuicio por no ser funcionario ni dignatario, sino un ciudadano más, señala al diputado de cometer un grave delito y como agravante, menciona que alguien le estaría filtrando información desde el Organismo Legislativo.
Las declaraciones de Simión Palax son muy arriesgadas y si Rodríguez se toma el trabajo de indagar, bien podría montar una acusación fundamentada contra el líder comunitario quien, además de trascender por mucho sus funciones de bienestar local en su comunidad, lanzó acusaciones injuriosas y calumniosas contra el diputado.
A menos que Palax presente alguna prueba que vaya más allá de «lo supe por un chisme» y se decida, pruebas en mano, a pedir el retiro de antejuicio contra el diputado distrital de Sololá.