Semilla y sus ancestrales a pago
Por Julio Abdel Aziz Valdez
No logro recordar, porque fueron innumerables, las voces que dijeron durante esos interminables días del mes de octubre del 2023, que esos bloqueos de los 48 Cantones y las alcaldías indígenas eran instigados por el partido Semilla, que esas consignas de lucha por la democracia solo eran un postureo, una justificación para obligar a millones a que se pronunciaran como ellos querían, y aun así, la izquierda y sus medios de propaganda continuaron desmintiendo lo evidente. Y bueno, un par de meses después, durante el cambio de directiva de esa organización comunitaria en Totonicapán, aparecen los flamantes dirigentes de Semilla en el palco de honor, tomándose fotos con los directivos y lanzando consignas vacias.
Viendo esto es bueno tener en claro varios puntos, a saber:
- Los 48 Cantones, Parlamento Xinca y todas las alcaldías indígenas que participaron en los bloqueos, empezando por la de Sololá, son organizaciones que fueron instrumentalizadas con fines políticos y, los comunitarios, como es de costumbre, movilizados a partir de mecanismos de extorsión y contra pago. La izquierda también, como de costumbre, no solo no lo denuncia, sino que además crean un halo de santidad sobre esos que abiertamente se habían vendido.
- Semilla, o mejor dicho sus dirigentes y operadores, con dinero suficiente lograron comprar el tiempo de miles de personas durante esos aciagos días de bloqueos, un dinero que prometieron regresar una vez estén en el poder, y es que para ellos el Estado sigue siendo una fuente inagotable de recursos. Los financistas requerirán del agrado de los gobernantes para hacer posible no solo sus negocios, sino que ejecutar sus agendas.
- No hay un milímetro de solvencia moral en los dirigentes indígenas, a partir de ahora estos son apéndices de la izquierda oficial, organizaciones fantoche de esos políticos que los usan como carne de cañón, mano de obra, los que se quedaron en las noches pasando frio y en el día sol, tapándose con una manta vinílica comprada con dólares.
Ojalá estas palabras fueran suficientes para que describir la canallada que vimos en ese cambio de autoridades, pero nos hacen falta muchas más. La historia en Guatemala es circular, constantemente regresamos al punto de partida y vemos como los hechos del pasado se repiten una y otra vez, con más intensidad siempre. No es la primera vez que indígenas pobres son manipulados por políticos, en especial de izquierda, durante el conflicto armado miles de ellos fueron llevados a la muerte con promesas de que detrás de un fusil había un nuevo futuro y todo aquello acabo, ahora, muchos años después, nuevamente vemos a los dirigentes ladinos de Semilla como una vez fueron los comandantes, ven a aquellos vistosos ciudadanos que los vitorean como si el haber intentado destruir los medios de vida de cientos de miles fuera un gran logro.
Mientras tanto, aquellos dirigentes comunitarios se han mostrado tal como son, gente sin escrúpulos que puso a la orden las organizaciones que no les pertenecían a los pies de esos políticos.
No hay tales de ancestralidades, eso es un título que intentaba imprimir algo de solvencia moral, misticismo y performance a quienes son en la realidad políticos culturalistas dispuestos a hacer lo que les pidan si les llegan a alcanzar el precio que se han dispuesto, todas sus demandas sin sentido carecen en su totalidad de sentido frente al dinero que finalmente cobraron, así es, los 48 Cantones han hecho de la cultura un negocio, y a los vecinos como simples acarreadores de piedras en la caldera, lo bueno es que diferencia de los antiguos sindicatos, ahí todos tienen la oportunidad de hacerse de dinero a lo largo de un año, creo que la diferencia será si ese año coincide o no con las elecciones.