Posadas navideñas: El encanto de revivir la peregrinación de María y José
El ambiente festivo se contagia con villancicos y el inconfundible sonido de los chinchines y tortugas: «tuc-tuc-tic-tuc-tac” de las tradicionales posadas que recorren las calles de Guatemala.
Redacción
Las posadas navideñas representan en Guatemala una celebración profundamente arraigada en la cultura y la tradición religiosa. Estos nueve días previos a la Nochebuena, que generalmente se inician el 16 de diciembre y culminan el 24 de diciembre, conmemoran la peregrinación de María y José en busca de refugio antes del nacimiento de Jesús.
Durante este tiempo, las comunidades se unen para entonar villancicos, rezar el rosario y revivir simbólicamente la travesía de María y José en su búsqueda de alojamiento. Esta costumbre no solo tiene un profundo significado religioso, sino que resalta la importancia de la hospitalidad, la generosidad y la unión comunitaria.
Origen de las Posadas
El origen de las posadas navideñas se remonta a la tradición católica y su difusión por misioneros durante la colonización española en México y Guatemala. En el siglo XVI, Hermano Pedro de San José Betancur introdujo estas celebraciones en Guatemala, recorriendo las calles empedradas de la Antigua Guatemala el 24 de diciembre con una procesión que incluía imágenes de la Virgen, San José y el Niño Jesús.
Cada noche, diferentes grupos personifican a los peregrinos (María y José), recorriendo casas y recreando la escena bíblica. Cantan villancicos especiales llamados «chichitas» y piden posada, siendo rechazados en algunas casas hasta que se les permite ingresar en una casa predeterminada, donde se celebra con comida, bebida y oración.