Cuarto cambio en el CIV: Arévalo apuesta por especialista en alianzas público-privadas
Gobierno anuncia nuevo ajuste en el Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV). Con el nombramiento de Norma Lissette Zea Osorio como nueva ministra, ya son cuatro cambios en menos de un año, una señal de la inestabilidad que ha marcado a la institución clave para la infraestructura nacional. Sin embargo, el Gobierno continúa sin admitir fallas de gestión, optando por reubicar funcionarios en lugar de corregir la conducción de la cartera.
Redacción
Norma Lissette Zea Osorio llega con un perfil técnico sólido, marcado por su experiencia en alianzas público-privadas (APP), modelos de inversión y supervisión de infraestructura. El CIV destacó que la nueva funcionaria suma más de veinte años en planificación, movilidad, mantenimiento vial, concesiones y gestión de proyectos.
Su especialización envía una señal evidente: el Gobierno busca revivir los esquemas de inversión mixta para compensar la falta de avance con fondos tradicionales, aunque todavía no existe un portafolio APP en marcha que demuestre resultados.
En cuanto a Miguel Ángel Díaz Bobadilla fue trasladado a FEGUA como interventor. El movimiento ocurre pese a que el ministerio ha manejado presupuestos históricos en 2025 pero sin avances significativos en carreteras, proyectos estratégicos o mantenimiento vial.
Presupuestos millonarios, resultados mínimos
El CIV ejecutó en 2025 más de Q10 mil millones, y para 2026 el Congreso aprobó una cifra todavía mayor, cercana a Q11 mil millones, convirtiéndolo nuevamente en una de las carteras con más recursos del Estado.
Aun así, los resultados siguen siendo escasos: Concursos atrasados, carreteras colapsadas, obras sin iniciar, contratos prorrogados, y baja ejecución en proyectos estratégicos.
Pese a esta falta de avances, Arévalo decidió no apartar a Díaz Bobadilla, sino ubicarlo en otro puesto dentro del Ejecutivo, ahora encargado de modernizar FEGUA.
El CIV es, por lejos, la cartera más inestable del gabinete. En menos de doce meses, Arévalo ha reemplazado a cuatro ministros, pero insiste en sostener que los relevos responden a “rotaciones técnicas”, sin reconocer fallas de fondo en planificación, ejecución y liderazgo.
