Perspectiva económica: FMI, ICEFI y CIEN advierten déficit alto y metas fiscales poco realistas
Mientras el Congreso acelera la discusión del Presupuesto General 2026, el FMI, el ICEFI y el CIEN coinciden en un diagnóstico incómodo: Guatemala está caminando hacia un déficit creciente, con ingresos insuficientes, gasto mal estructurado y un proceso político que aún no garantiza transparencia ni responsabilidad fiscal.
Redacción
En vez de frenar, el Congreso parece decidido a acelerar. El riesgo es claro: un presupuesto aprobado sin correcciones podría comprometer la estabilidad fiscal dejando al país atrapado entre gasto creciente, mala ejecución y un margen cada vez menor para enfrentar emergencias económicas.
El Fondo Monetario Internacional advirtió en su más reciente misión de Artículo IV (junio-septiembre 2025) que el país se está moviendo hacia un déficit que podría rondar entre 3.1 % y 3.8 % del PIB. Aunque la deuda aún está por debajo del 30 %, el organismo deja claro que, sin reformas, Guatemala corre el riesgo de “perder espacio fiscal» en el mediano plazo.
El ICEFI, en su análisis del presupuesto aprobado, calcula que el déficit de 2025 alcanzaría Q29,412 millones, financiado principalmente con bonos del Tesoro, lo que aumenta la exposición fiscal. También advierte que el crecimiento del gasto no viene acompañado de un fortalecimiento de los ingresos ni de un plan sólido para mejorar la calidad del gasto público.
Gasto que crece sin controles claros
El CIEN ha señalado en varias de sus evaluaciones de finanzas públicas que la estructura presupuestaria sigue siendo rígida y poco transparente, con ampliaciones que priorizan gasto administrativo sobre inversión real.
El centro insiste en que los recursos para infraestructura que el Gobierno presenta como su apuesta principal siguen sujetos a procesos de compra débiles y a una baja capacidad de ejecución, lo que implica que más presupuesto no necesariamente se traduce en obras.
El FMI coincide en este punto: Guatemala necesita mejor calidad de ejecución, controles más estrictos en Codedes, revisiones profundas al sistema de compras públicas y un combate real a la corrupción que afecta la cadena del gasto.
Reforma tributaria inevitable
El FMI es contundente: si el país quiere sostener su modelo de expansión fiscal sin comprometer estabilidad, debe avanzar hacia una reforma tributaria integral que incremente ingresos sin depender exclusivamente de más deuda interna.
El ICEFI agrega que la carga tributaria de Guatemala —alrededor del 12 % del PIB— no alcanza para financiar ni las prioridades sociales ni los compromisos de infraestructura que el gobierno está impulsando.
El CIEN lo resume en números: “Guatemala gasta como un país de ingreso medio, pero recauda como un país pobre”.
Mientras tanto, en el Legislativo avanza la discusión del presupuesto con anexos incompletos, cifras todavía abiertas a negociación y demandas de diversos actores para readecuaciones sectoriales: infraestructura, seguridad, programas sociales y transferencias.
Sin embargo, ninguno de estos movimientos aborda el punto central que los tres organismos repiten: sin transparencia real, sin control del gasto y sin nuevos ingresos, el presupuesto 2025 puede profundizar los desequilibrios en lugar de corregirlos.







