Oficialismo: entre fracasos, triunfalismo y errores conceptuales
Diputados independientes pretendieron excluir al CACIF de la Ley de Alianzas Público Privadas, conocida como ANADIE. Es conocido que no lo lograron pero no deja de ser interesante analizar las reacciones viscerales y las falsedades difundidas por los afines al gobierno, entre ellos Roberto Arzú, actual dirigente de Cabal, un partido sobre el que pesan varios rumores de vínculos con el narcotráfico.
Redacción
El primero de los comentarios dignos de mencionarse es el video donde Roberto Arzú da a entender en un video titulado Obras y no palabras, que la propuesta de expulsar al CACIF de la referida ley habría sido un éxito que el político atribuyó a Cabal.
Exultante de alegría y con una sonrisa permanente, Arzú felicitó a Cabal por lo que parecía ser un logro…hasta que los oficialistas no consiguieron el consenso necesario para cumplir el sueño de expulsar a la gremial empresarial de un proyecto que sin ese sector, no tendría sentido: las alianzas público privadas.
En segundo lugar, el arranque emocional de Andrea Villagrán, quien aseguró en sus redes que quienes votaron contra la propuesta oficialista, «se pusieron del lado de los privilegios económicos de unos pocos, a costa del pueblo». Con su afirmación, la diputada pareció olvidar que los únicos empresarios con capacidad instalada para competir y ejecutar alianzas público privadas, son los agremiados del CACIF.
Pero quien realmente se lució fue David Illescas, otro diputado independiente. Para dejar constancia, el legislador filmó un video en el que asegura que «el verdadero empresario es el comercio informal»…el diputado arremetió contra los empresarios del CACIF, señalado a la gremial de sobornar a diputados.
Entre otros disparates de su corta diatriba, afirmó que el sector informal es el «único que paga impuestos», olvidando que precisamente el nombre «informalidad» refiere a un sector que no paga ningún impuesto directo, como ISR o incluso seguro social y se limitan a pagar el IVA por consumo que todos los ciudadanos cancelan al comprar cualquier cosa, mas carecen de planillas o tributación electrónica de este impuesto…por eso son «informales» y su actividad económica les aporta privilegios que quienes tributan no tienen.
Los tres ejemplos evidencian a una nueva clase política apegada al Foro de Sao Paulo y que exhibe todas las atribuciones de la izquierda actual: emotividad, triunfalismo y una ignorancia de la realidad imbatible.







