“Golpe de Estado”: el fantasma que cobija a Arévalo
Al mejor estilo de gobernantes como Evo Morales o Lula da Silva, Bernardo Arévalo buscó y encontró respaldo entre 20 países de la Organización de Estados Americanos (OEA), asegurando que en su contra se cometió un “golpe de Estado Técnico”.
Redacción
Es conocido el papel que desempeñó la OEA en la elección de 2020, cuando el Movimiento Semilla alcanzó un extraño triunfo electoral, rodeado por dudas y señalamientos de fraude que la OEA y la Unión Europea (UE), apoyaron, así como también avalaron los bloqueos criminales de octubre 2020, financiados por USAID.
Thomas Peyker, ex embajador de la UE en Guatemala, dijo en entrevista con prensa internacional que “el apoyo de la comunidad internacional fue trascendental para avanzar con la toma de posesión ese día”. Otro personaje que dio todo su aval a la toma de posesión de Arévalo fue su amigo Gustavo Petro, quien estuvo presente hasta asegurarse de que Arévalo había sido investido.
Las pruebas de ilegalidades en la elección existen y el caso sigue en proceso. Pero el antecedente que llevó a la situación actual es la inscripción ilegal e ilegítima de un comité pro formación de partido político (Movimiento Semilla), que logró inscribirse con miles de firmas irregulares. Paradójicamente, Arévalo fue uno de los denunciantes ante el Ministerio Público (MP).
Antecedente: una inscripción ilegal e ilegítima
El caso por el que Fredy Orellana ordenó declarar la “nulidad de todo lo actuado” es la inscripción fraudulenta del Movimiento Semilla, que se constituyó con 5 mil firmas falsas y alteradas. Semilla fue cancelado por el juez Fredy Orellana en noviembre de 2024, y la continuación del proceso debió ser la “nulidad de todos los actos” realizados por ese partido.
Por su parte, argumentando “golpe de Estado”, Arévalo nuevamente pidió el apoyo de la OEA, donde 20 países, incluyendo Argentina y EE.UU. se pronunciaron a favor de un gobierno nefasto que tiene al país sumido en una crisis que abarca todos los ámbitos sociales y económicos.
Pese a que el MP tiene todas las pruebas del fraude y de la inscripción irregular, Arévalo no solo vuelve a su manido argumento del fraude, sino arremete contra la independencia judicial, señalando al juez Orellana y al fiscal Rafael Curruchiche de «alterar el orden constitucional».









