Vida con propósito
Inés de Ibargüen
Esta semana nos marcó la vida y nuestra lucha a muchos que queremos vivir en libertad.
Muere un joven de 31 años, cómo murieron miles de jóvenes de 17 y 20 años para salvar la libertad de Europa.
Es muy triste, es un dolor en el alma… pero así es esta lucha. Una lucha que no es terrenal es espiritual. Es la causa por la que vivimos y posiblemente muchos mueren sin entender.
Hoy nos toca meditar: qué vida queremos vivir. La del golf, cuchubal, la de ver que adelantos faciales hay para seguir disimulando la edad. O la de tener un propósito profundo de vida.
Primero para ello es reconocer que hay un gran Dios. Dueño señor de todo. Después meditar mucho: que quieres de mí señor. Meditar y meditar porque muchos obvian ese paso y se vuelven famosos parásitos que solo daño hacen al ratito de su gloria.
¡Ya definido para que, para donde y por qué! Hay que empezar siempre en meditación diaria. La causa: Dios la dirige en el silencio. Todos los días hablar al grande que es Dios y el nos guiará siempre.
Esto no quiere decir que no habrá sufrimientos, frustraciones, asesinatos y más. Pero la lucha es grande y nuestro Dios lo permite en vida dar todo. Ya basta de tibiezas, miedos. Diciendo quiero vivir .
¿Vivir cómo? Preso. No jóvenes vivir en libertad, vivir en bien, vivir en paz, vivir con propósito. Lo demás no es vida. Piénsalo y has de tu vida un propósito que trascienda como hoy Trasciende la corta vida de Charlie Kirk. Ánimo.
