El atentado terrorista del 5 de septiembre de 1980
El 5 de septiembre de 1980, la ciudad de Guatemala quedó marcada por la violencia. A media mañana, un artefacto explosivo estalló frente al Palacio Nacional, dejando víctimas mortales, decenas de heridos y un ambiente de miedo que reflejaba la crudeza del conflicto armado interno. El hecho pasó a la historia como el bombazo.
Redacción
El atentado ocurrió durante el gobierno de Romeo Lucas García, en un contexto de represión militar y enfrentamientos con grupos insurgentes. La violencia había alcanzado las calles de la capital, afectando directamente a la población civil. El bombazo buscó demostrar poder, pero terminó dejando una herida profunda en la memoria del país.
El atentado buscaba disuadir a la población de participar en una manifestación programada para el domingo 7 de septiembre en apoyo al gobierno del general Romeo Lucas García en el Parque Central.
La explosión dejó siete muertos y entre 30 y 100 heridos, según distintas fuentes. Ese mismo día también se reportaron explosiones menores en la Torre de Tribunales y en el edificio de Finanzas Públicas.
Ningún grupo se atribuyó la autoría, aunque las autoridades señalaron como posibles responsables al Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP) y al Partido Guatemalteco del Trabajo (PGT).

Entre las víctimas de aquel 5 de septiembre estuvo el hermano del cineasta guatemalteco Kenneth Müller. Décadas después, Müller convirtió esa experiencia personal en la película “Septiembre, un llanto en silencio” (2017).
Protagonizada por Sergio Hernández y Ana Sofía Aragón, la cinta narra la vida de una familia que debe reinventarse tras la tragedia, mostrando cómo el amor y la resiliencia enfrentan al silencio y al dolor. Aunque inspirada en un hecho real, la obra no se limita a contar una historia individual, sino que refleja las secuelas que la violencia dejó en miles de familias guatemaltecas.