Contaminación en Villa Nueva: confirman causa, pero la reacción del MARN llega con meses de retraso
Tras meses de denuncias ciudadanas por malos olores y afectaciones respiratorias en Villa Nueva, Villa Canales y San Miguel Petapa, las autoridades finalmente determinaron el origen de la contaminación ambiental: se trata de emisiones de sustancias sulfuradas y pesticidas como el terbufós, provenientes de una empresa industrial cercana. Sin embargo, el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN) ha decidido no revelar públicamente el nombre de la empresa responsable.
Redacción
Vecinos de las zonas afectadas comenzaron a denunciar el problema desde hace varios meses, pero fue hasta ahora que el MARN, en conjunto con otras instituciones, reconoció la gravedad del caso.
Aun así, la ministra Patricia Orantes ha evitado transparentar información clave, como la identidad de los responsables directos, lo que genera suspicacias sobre la eficacia e independencia de esta cartera.
La ministra ha sostenido reuniones con otras autoridades —entre ellas, la diputada oficialista Ivanna Luján— para analizar los informes técnicos. Pero estas acciones se perciben como reactivas y tardías, reflejo del limitado alcance del MARN y de una ejecución presupuestaria que hasta ahora no se ha traducido en resultados concretos para la protección del medio ambiente ni la salud pública.
El INSIVUMEH, por su parte, ha instalado equipos de monitoreo en la zona afectada para analizar la calidad del aire, un paso que debió haberse implementado desde que surgieron las primeras quejas.
Este caso evidencia nuevamente las fallas estructurales del Ministerio de Ambiente, una institución con escasa incidencia real y cuya respuesta llega solo cuando la presión social y política es insostenible.
Resulta especialmente grave que el MARN cuente con un presupuesto de Q 357 millones para 2025 —casi el doble de lo asignado en 2024— aunque solo ha ejecutado alrededor del 20 % (unos Q 72 millones) a la fecha, y apenas Q 2.48 millones se destinan a inversión efectiva, mientras el resto se consume en gastos operativos.