Qué bella es Xela
Inés de Ibargüen
Llevaba varios años de no visitar Xela. Qué bella es. Salcajá es la antesala, y cada día se ve más cuidada y más limpia. Adentrándome a Xela, la veo más limpia.
Carros que van y vienen, camiones van y camiones vienen…motos y peatones. Qué impresionante es ver la Meca del comercio guatemalteco. Me hospedé en la Pensión Bonifaz, el hotel mejor cuidado y el mismo de ayer y hoy.
Salgo a caminar al centro y me impresionan los bellos edificios, la catedral muy linda, limpia y el Santísimo expuesto en una pequeña capilla dentro de la propiedad de la catedral.
Platicando con un buen amigo chivo la noche anterior, me comenta que el consejo que es el supuesto vigilante del Centro Histórico es el gran culpable del deterioro y falta de mantenimiento de algunos edificios. En la mañana corroboro esto: en la esquina al lado del Hotel Bonifasi un edificio que me indican se quemó y el Consejo es incapaz de dar el permiso para arreglarlo.
Sigo caminando y entro en el pasaje Enríquez. Es triste ver que todo está sucio. Botellas de licor, basura, vidrios sucios y el piso divino, hecho un asco. Totalmente percudido. Da mucha tristeza.
De regreso a Guate saliendo de ese lugar desordenado pero dinámico, con energía y vitalidad donde el libre mercado es todo, me despido cantando Luna de xelaju y a la vez en mi mente pensando: la vitalidad nata del ciudadano comerciante chapín está sobrepasando por mucho a esos alcaldes que no logran poner la cosa pública al nivel de esa dinámica, ya sea por corruptos, por ignorantes o porque el sistema burocrático no se los permite. Toca exigir muchísimo más.
Al no hacerlo, perdemos todos. Seguiré paseando y observando y ojalá llegue el día en que esa dinámica ciudadana esté apoyada por nuestros gobernantes.