Acevedo pone a prueba al gobierno de Arévalo con más de 300 mil estudiantes sin clases
Esta no es la primera vez que Joviel Acevedo paraliza el sistema educativo para presionar a un gobierno. Durante las gestiones de Óscar Berger, Álvaro Colom, Otto Pérez Molina, Jimmy Morales y Alejandro Giammattei, el STEG utilizó la misma estrategia: huelgas prolongadas, presión callejera y exigencias presupuestarias a cambio de apoyo político o de paz sindical.
Redacción
Con 22 días de paro, un campamento en la Plaza de la Constitución y miles de maestros fuera del aula, el líder sindical, Joviel Acevedo vuelve a tensar la cuerda como en gobiernos anteriores.
Por más de tres semanas, el Sindicato de Trabajadores de la Educación de Guatemala (STEG), dirigido por Joviel Acevedo, mantiene paralizado el ciclo escolar para al menos 300 mil estudiantes del sistema público.
La huelga, que inició el 19 de mayo, ha escalado de una «asamblea permanente» hasta el campamento masivo frente al Palacio Nacional, donde los sindicalistas instalaron carpas, nailon y pancartas con el respaldo de alcaldes y figuras políticas afines.

Aunque el Ministerio de Educación (Mineduc) afirma que solo el 16% de las escuelas está en paro, ese porcentaje representa más de 5 mil 800 centros educativos cerrados en departamentos como Huehuetenango, Quiché, Petén y Escuintla. Mientras tanto, el sindicato insiste en un aumento salarial del 15% y la negociación de un nuevo pacto colectivo que, una vez más, se discute bajo confidencialidad.
Una estrategia conocida: huelga como presión política
En 2009, por ejemplo, el STEG mantuvo una huelga de 25 días bajo el gobierno de Colom. En 2015, durante la crisis política de Pérez Molina, Acevedo exigía la ampliación del presupuesto educativo mientras se distanciaba de las protestas ciudadanas. En 2019, con Morales en el poder, logró que se aprobara un pacto colectivo con beneficios millonarios, que incluía aumentos salariales, bonificaciones y privilegios administrativos.
Ahora, bajo el gobierno de Bernardo Arévalo, Acevedo parece repetir la fórmula: medir el pulso del Ejecutivo y aprovechar el desgaste institucional para negociar a puertas cerradas. Aunque el viceministro técnico Francisco Cabrera insiste en que existen cuatro mesas de diálogo activas con el STEG, el sindicato ha ignorado incluso un amparo provisional emitido por la PGN que les ordena reanudar labores.
Lo que ha ganado Joviel Acevedo con cada gobierno
Óscar Berger (2004–2008)
- Primer gran pacto colectivo negociado con Acevedo.
- Consolidación del poder sindical dentro del Ministerio de Educación.
- Ingreso masivo de docentes contratados bajo presión del STEG.
Álvaro Colom (2008–2012)
- Aumentos salariales por encima del promedio del sector público.
- Bonificaciones extraordinarias y pagos retroactivos.
- Mayor influencia del sindicato en decisiones administrativas.
Otto Pérez Molina (2012–2015)
- Negociación de beneficios en año electoral.
- Pactos colectivos con cláusulas de confidencialidad.
- Tolerancia ante ausencias injustificadas y bloqueos.
Jimmy Morales (2016–2020)
- Pacto colectivo 2017, con beneficios económicos estimados en más de Q1,500 millones.
- Cláusulas que protegían a dirigentes sindicales de sanciones.
- Bonificaciones permanentes, canasta navideña, y aumento del 15%.
Alejandro Giammattei (2020–2024)
- Renovación del pacto colectivo bajo reserva total, aún sin acceso público completo.
- Sección del pacto que otorga liberación de tiempo laboral a sindicalistas para «gestiones gremiales».
- Prórrogas presupuestarias para cumplir con compromisos salariales del sindicato.
Un campamento que se extiende…
El 26 de mayo, el STEG instaló un campamento en la Plaza de la Constitución. Desde entonces, el lugar se ha convertido en símbolo del estancamiento: los maestros cocinan, duermen y marchan en turnos, mientras los niños en sus comunidades permanecen sin clases y sin certeza de cuándo volverán a estudiar.
Maestros de Dolores, Petén y San Pedro Necta, Huehuetenango, han llegado a la capital con apoyo logístico de exalcaldes y jefes ediles. Joviel Acevedo no ha respondido públicamente si estas movilizaciones cuentan con fondos sindicales, donaciones políticas o recursos públicos encubiertos.
Reacciones y consecuencias
Organizaciones civiles como la Gran Campaña Nacional por la Educación y otros sindicatos magisteriales han rechazado la paralización. Critican que el pacto colectivo se negocie bajo total confidencialidad y que los dirigentes sindicales utilicen la educación como rehén para obtener beneficios gremiales, sin rendir cuentas ni plantear mejoras estructurales.
El Mineduc ha iniciado procesos disciplinarios contra más de 6 mil 500 maestros y evalúa una posible ampliación del ciclo escolar en las escuelas afectadas. Sin embargo, mientras el paro no finalice, no es posible estimar cuántos días deberán recuperarse ni cómo se compensará el daño académico acumulado.
La educación como rehén
Mientras el STEG insiste en que sus demandas buscan dignificar la carrera docente, el trasfondo político no pasa desapercibido. Acevedo ha sido acusado en reiteradas ocasiones de negociar beneficios para su círculo cercano a cambio de lealtad sindical. Y esta nueva huelga, con un gobierno que prometió transparencia y reformas profundas, se perfila como la primera gran prueba para la administración Arévalo.
Por ahora, la Plaza de la Constitución sigue tomada. Las escuelas, cerradas. Y los estudiantes, otra vez, convertidos en víctimas colaterales de una disputa donde la educación pública sirve como moneda de cambio.