Jiménez: el mismo libreto, 16 años después
Francisco Jiménez repite el fallido plan de renovar el modelo penitenciario de 2008. La reciente requisa en Renovación I, inaugurada en 2024 con un costo de Q4.53 millones reveló corrupción y privilegios, pese a su discurso de reforma. Mientras tanto, la violencia en las calles se intensifica sin una estrategia efectiva del Gobierno.
Redacción
No es la primera vez que Jiménez enfrenta esta crisis. Como ministro de Gobernación en el gobierno de Álvaro Colom (2008–2009), ya había tenido la oportunidad de reformar el sistema penitenciario. Hoy, Jiménez repite el guión: focaliza el discurso en cárceles, mientras la violencia en las calles se intensifica.
En aquel entonces, el penal de Pavón estaba en manos de los reos, y el crimen se organizaba desde adentro con la complicidad de funcionarios. La gestión del funcionario terminó sin resultados concretos y con el mismo saldo: una red penitenciaria tomada por la corrupción, privilegios internos, impunidad y un Estado ausente.
Mientras el plan del ministro de Gobernación, Francisco Jiménez, de “sanar” el sistema penitenciario se desploma, la situación fuera de los muros de su “cárcel modelo” es aún más alarmante. La requisa en Renovación I, lejos de evidenciar avances, dejó al descubierto que la podredumbre estructural persiste: corrupción interna, privilegios para reos y un sistema que sigue operando bajo las mismas lógicas de impunidad de siempre.
Sin embargo, Renovación I no ha sido la solución que Jiménez prometió; ha sido, en cambio, una cortina de humo frente a una crisis mucho más profunda. En este contexto, resulta alarmante que el Ministerio de Gobernación desvía la atención hacia un proyecto carcelario que no logró su objetivo.
Para expertos en seguridad, el titular del Mingob no busca reformar el sistema penitenciario, sino repetir la misma fórmula fallida que aplicó en 2008, con el agravante de que hoy la violencia en las calles ha crecido, la población está más expuesta, y el crimen opera con mayor sofisticación.
Renovación I: lejos de una solución
Inaugurado en noviembre de 2024, en el antiguo “Infiernito” de Escuintla, Renovación I costó Q4.53 millones. Francisco Jiménez lo presentó como “un centro de máxima seguridad sin privilegios, sin zonas VIP, sin corrupción”. Su discurso apostaba por una imagen de firmeza, eficiencia y modernización.
Pero el operativo realizado el 11 de junio de 2025 demostró lo contrario: los privilegios persistían, los reos aún accedían a objetos prohibidos y, lo más grave, la corrupción seguía infiltrada entre el personal. Lejos de ser un símbolo de transformación, Renovación I terminó siendo la evidencia de que el problema sigue intacto, solo que ahora con pintura nueva y cámaras de vigilancia.
