¿Narcoestado?
Hoy, la Agencia Europea de Noticias (DPA/EP), sorprendió con la información sobre el hallazgo de 1,190 kilos de cocaína ocultos en 335 toneladas de cartón destinados al reciclaje, que llegaron al Puerto de Barcelona en 14 contenedores procedentes de Guatemala.
La droga se encontró en las localidades españolas de Tarragona (200 kilos) y Madrid (990 kilos), oculta en naves industriales. Según un comunicado de la Agencia Tributaria de España, se trata de «la mayor aprehensión de cocaína en esa comunidad, en los últimos 20 años».
El operativo llevó el nombre de «Shuko» y comenzó con sospechas de una empresa que importaba cartón para reciclaje desde México y Guatemala. Al registrar las dos naves industriales, se encontró que la droga estaba oculta entre el cartón.
En diciembre, 9 toneladas de cocaína ocultas en un barco que partió de Puerto Barrios, Guatemala, fueron encontradas en República Dominicana. En marzo, 2,657 kilos de mariguana fueron encontrados en ese país, también procedentes de Guatemala.
Ambos casos se diluyeron en el panorama noticioso y el ministro de Gobernación Francisco Jiménez, fue enfático en negar cualquier implicación o contaminación desde Guatemala en estos hechos que finalmente terminaron olvidados.
Hoy, la noticia sobre el enorme decomiso de droga procedente de Guatemala en España, no ha motivado ninguna reacción gubernamental y ni siquiera los medios se hacen eco de tan terrible noticia, que involucra por lo menos a las autoridades aduaneras, a las que aparentemente el narcotráfico ya «metió tres goles» en menos de un año.
Es innegable que más de un diputado guatemalteco tiene algún nexo con el narcotráfico, como se evidenció cuando «Che Manuel», peligroso narcotraficante, fue reconocido por los legisladores en un acto público del Congreso.
Los vínculos del actual régimen con el gobierno mexicano, sobre el que Trump lanzó más de algún señalamiento por supuesta protección al narco, son más que evidentes. Y los decomisos enormes de droga que provienen de Guatemala, primero en República Dominicana y ahora en España, hablan por sí solos.
El abordaje que las autoridades den a estos lamentables hechos, será la respuesta a la dramática interrogante ¿Guatemala es o está en camino de ser un narcoestado?